• Incluso, recomendaban la compra de acciones porque consideraban que estaban infravaloradas.
  • Y el BCE autorizó, en marzo, la amortización parcial de 400 millones de una emisión de deuda subordinada.
  • ¿Lo habría hecho si tuviera dudas acerca de la solvencia y la estabilidad del banco?
Apenas dos meses antes de la resolución del Popular y entrega al Santander por un euro -noche del 6 al 7 de junio-, los propios analistas del banco que preside Ana Botín valoraron la entidad en 4.910 millones de euros. Incluso, junto con esa valoración -meses de abril y mayo-, los mismos analistas recomendaban comprar acciones del banco que presidía Emilio Saracho. Consideraban que estaban infravaloradas. Y no sólo los del Santander. De hecho, todas las valoraciones realizadas durante el año 2017 por sesudos analistas, incluidas las efectuadas durante el mismo mes de junio, otorgaban una valoración de entre 4.910 millones -la más alta, del Santander- y 1.050 millones, la más baja. Hay que tener en cuenta que estas valoraciones van dirigidas a inversores y, por lo tanto, se fijan en los parámetros más importantes de las entidades, así como en los riesgos a los que se pueden enfrentar.  Entonces, ¿cómo se explica que valoraran en más de 1.000 millones algo que, en pocos días y según el BCE, no valía nada? Porque esa es otra. El mismo Banco Central Europeo autorizó, en marzo, la amortización parcial de 400 millones de euros de una emisión de deuda subordinada especial del Popular, que se ejecutó el día 3 de abril. Evidentemente, el BCE no autoriza una amortización de esas características si tiene la más mínima duda acerca de la solvencia y la estabilidad de la entidad en cuestión. ¿Entonces? Pablo Ferrer pablo@hispanidad.com