• En este punto, continuidad total con Ángel Ron…
  • Y con el apoyo del Gobierno y del tándem BCE-BdE.
  • Oliu y el Sabadell se quedan fuera.
  • Segundo proyecto: entrar sin hacer ruido.
  • Ni cambios espectaculares, ni tocar la sindicatura.
  • Y mantener al consejero delegado, Pedro Larena, que se centrará en la red.
  • La operación 'Sunrise', probablemente ampliada.
  • ¿Y el dinero? Sobre eso no hay respuesta. Primero tiene que conocer las cuentas reales.
  • ¿Qué convenció a Luis de Guindos para 'ejecutar' a Ron? La cotización.
  • Si no llega a producirse el derrumbe, habría continuado apoyando su opción.
Las últimas resistencias han caído: Emilio Saracho (en la imagen) ya es presidente del Banco Popular a todos los efectos. Ahora bien, el sí de Saracho a la Presidencia se hizo un poco a ciegas. Es decir, sin conocer las tripas de la entidad. Por eso, digamos que el nuevo presidente tiene muy claras algunas cuestiones y otras sobre las que tendrá que dedicarle algún tiempo. Intentemos resumir el programa del hasta ahora vicepresidente de Morgan y ahora presidente del Banco Popular para la nueva entidad que liderará. Lo primero, mantener la independencia. Esto no le va a gustar a Francisco González, (presidente del BBVA) que quería hacerse con el Popular a precio de coste. Al ministro Luis de Guindos, tampoco le gustaría. Su plan, como ya hemos informado, es otro: consiste en fusionar Bankia y BBVA y que Goirigolzarri se convierta en presidente de la resultante. En cualquier caso, Saracho quiere la independencia, nada de fusiones, lo que significa que Ron gana una batalla después de muerto y que el Sabadell y Josep Oliu deben perder toda esperanza. En segundo lugar, su propósito es entrar sin hacer ruido. No conoce al consejero delegado, Pedro Larena, pero tiene claro que ahora mismo necesita a alguien que, si bien no conoce la casa, acaba de llegar, si es el encardado de aplicar el duro plan de saneamiento. En cualquier caso, el nuevo presidente no piensa hacer cambios. Además, mantendrá el programa Sunrise, la clave de la cuestión: sacar del balance de activos inmobiliarios. Lo que no se sabe es si los 6.000 millones previstos se aumentarán. Precisamente, esta es la queja más importante del presidente saliente, Ángel Ron, con el Gobierno en general y con Luis de Guindos en particular. En una primera fase, Guindos dijo que el proyecto Sunrise, clave en la estrategia de Ángel Ron, pasaría todas las barreras en tiempo récord. De repente, cambió de parecer y aseguró que debía ser estudiado. Ojo, ahora mismo aún no ha sido aprobado y sigue pendiente del visto bueno tanto del Banco de España como  de la CNMV (se necesitan ambas aprobaciones, porque el proceso de 'Sunrise' termina en bolsa). ¿Qué es lo que hizo cambiar a Guindos de opinión? Seguramente la depreciación de la acción, con una caída prolongada que parecía no tener fin. A partir de ahí, los teléfonos dejaron de sonar. ¿Qué ocurre con la parte sustancial de la gestión? Esto es, con el aumento de liquidez que necesariamente va a tener que afrontar el Popular, en forma de ampliación acelerada entre institucionales o de cualquier otra fórmula. Pues eso es lo bueno: que Saracho se niega a hablar de ello porque, un secreto a voces, no conoce los intestinos de la entidad. Piano, piano. Eulogio López eulogio@hispanidad.com