• Porque, ahora sí, el presidente del Popular se juega su última carta.
  • En su momento, el mexicano se lo propuso a Jaime Caruana, pero el director del Banco de Pagos Internacionales le dijo que no.
  • Todos pendientes de las pérdidas que presentará la entidad este año para hacer borrón y cuenta nueva.
  • Por eso es vital colocar en el mercado los 6.000 millones de euros de activos adjudicados.
  • Así como otras operaciones para deshacerse de activos tóxicos.
Antonio del Valle (en la imagen) ha abandonado el Consejo de Administración del Popular -le ha sustituido el inversor hispanoamericano Jaime Ruiz Sacristán- pero sigue buscando un sustituto para Ángel Ron. La relación del mexicano con el presidente del Popular se ha ido tensando a lo largo de los meses, sobre todo tras la ampliación de capital de 2.505 millones de euros. Y ojo, porque como ya hemos explicado en alguna ocasión, hablar de la familia Del Valle es hablar de un grupo de inversores y no sólo de don Antonio. En cualquier caso, Del Valle lleva tiempo buscando un sustituto para Ron. A principios de septiembre les hablamos de Jaime Echegoyen, presidente de la Sareb, y ahora hemos conocido que el mexicano también le propuso el puesto al ex gobernador del Banco de España, Jaime Caruana, actualmente director general del Banco de Pagos Internacionales (BIS). Pero Caruana, como Echegoyen, le dijo que no a Del Valle a pesar de que tendrá que abandonar su cargo en el BIS en marzo de 2017 cuando cumpla 65 años, la edad máxima permitida. Sea como fuere, el descontento es muy profundo en estos momentos. Ahora sí, el presidente del Popular se juega su última carta. Por eso están todos pendientes de las pérdidas que presentará al final del ejercicio. Pérdidas que significarán que se han tapado todos los agujeros y que las cuentas del banco están saneadas. En definitiva, será un borrón y cuenta nueva. Por eso es vital que la entidad logre cerrar las diversas operaciones que tiene en marcha. Entre ellas, colocar en el mercado los 6.000 millones de euros de activos adjudicados, esto es, inmuebles, la mayoría terminados. No es el único reto ni el más sencillo. A él se unen otras operaciones que tienen como objetivo deshacerse de activos tóxicos. Piensen que el Popular cerró 2015 con 34.000 millones de euros en activos adjudicados y créditos morosos a promotores. Pablo Ferrer pablo@hispanidad.com