• En pocas palabras, la consejera no renunció a su indemnización como ejecutiva en Europa.
  • Ahora es consejera pero ha cobrado más que el Ceo, Pallete.
  • Asimismo, la operadora ha hecho públicos los 15 millones de euros que se llevó Matthew Key a lo que habría que añadir la indemnización de su equipo.
  • Y es que eso de no cumplir objetivos y cobrar como si se hubieran cumplido no ha gustado en la casa.
  • Alierta, por su parte no hará más aportaciones a su blindaje, que convierte en prestación externa cuando totalizaba 35 millones de euros.
  • Los casos Castillo y Kay ponen en revisión la figura de los consejeros ejecutivos y la retribución por objetivos en las grandes corporaciones.   

Al cierre del mercado del pasado viernes, Telefónica remitía a la CNMV el informe de Buen Gobierno Corporativo y el cuadro de retribuciones de sus consejeros y alta dirección. Los datos ya son conocidos pero no la polémica creada, no tanto por conocerse lo que se lleva Matthew Key, cuya salida del grupo tras el fracaso de Telefónica Digital, adelantara Hispanidad, sino por las retribuciones de Eva Castillo: 5,7 millones de euros, por encima del primer ejecutivo, Álvarez Pallete.

El secreto está en que Eva Catillo se convirtió en ejecutivo al ser nombrada presidenta de Telefónica Europa. Después, Alierta decidió modificar la estructura y pasó a una dirección por países, no por zonas geográficas. Por tanto, Castillo se conformó con su puesto de consejera. Ahora bien -y casos ha habido-, cuando esto se produce, por lo general, el directivo renuncia a su indemnización como cargo ejecutivo y se conforma con los emolumentos como vocal. Castillo se negó y de ahí que ahora cobre una indemnización de 2,5 millones de euros, que unidos a sus otras retribuciones totalizan 5,7 millones de euros durante 2014.

Luego está el caso de Matthew. Ahora se confirma que se lleva más de 15 millones de euros. Álvarez Pallete fue el más empeñado en terminar con la aventura de Telefónica Digital, que no había salido bien. Lo malo es que a la indemnización de Key hay que añadir ahora la de su equipo, que tendrá tanta responsabilidad en el fracaso como él mismo.

Y en coincidencia temporal, resulta que César Alierta renuncia a que la compañía realice más aportaciones a su indemnización, ahora convertida en fondo de pensiones. Lo ya aportado suma 35 millones de euros, bonita cantidad pero que se queda muy lejos de los 87 millones de euros acumulados por FG en el BBVA.

En cualquier caso, los asuntos Castillo y Key abren frente en el proceloso mundo de la remuneración de la alta dirección. El de Castillo, al disociar las retribuciones e indemnizaciones como ejecutiva y como consejera, algo inhabitual en la corporaciones donde existen… consejeros-ejecutivos. Lo de Kay, porque habrá que resucitar el principio de los bonus, realizados para premiar objetivos previstos y alcanzados, y otra los no previstos y fallidos

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com