Las columnas más sólidas se desmoronan. Me habían dicho que los amigos de Francisco se habían cargado el Instituto Juan Pablo II. No me lo creía, porque ya he anunciado que este Papa está más manipulado que contrariado, al revés de lo que ocurría con san Juan Pablo II pero ahora sí que lo creo- ¿La razón?, porque acabo de leer una entrevista con el director del centro en Madrid. Atención al titular: Instituto Pontificio Juan Pablo II: «Hay que crear dinámicas abiertas a la pluralidad en la reflexión”.

¡Jodó!

¿Dinámicas abiertas a qué? Lo de las dinámicas abiertas debe ser lo mismo que las mentes abiertas: resfriados mentales.

Pero lo de la reflexión pluralista ya ha sido demasiado para este menda. Lo de la reflexión pluralista es otra sublime tontuna porque la reflexión no trata de alcanzar la pluralidad sino la verdad, de la misma manera que la premisa no pretende información sino conclusión.

Lo que la gente entiende hoy por pluralismo suele ser esquizofrenia. Es decir, pensar que un algo puede ser blanco y negro al mismo tiempo. El pluralismo es externo: Pérez piensa una cosa y López piensa lo contrario a Pérez. Uno de los dos -nunca ambos- está en lo cierto y el otro está equivocado. El pluralismo democrático consiste en que cada uno exprese, y razone, sus conclusiones con entera libertad. Ahora bien, si Pérez o López decidiera defender al mismo tiempo lo blanco y lo negro, estaríamos, no ante un pluralista, sino ante un esquizofrénico.

La diversidad no es un objetivo, es un hecho. Ejemplo: el sexo es diverso porque existen dos: varón y mujer

Es en este punto donde no se entienden una malentendida democracia pluralista y el cristianismo. Porque el cristianismo no sólo cree en la verdad sino que la identifica, por tanto, cuando el director de un instituto cristiano habla de reflexión pluralista es que no ha entendido su función. Un instituto cristiano tiene claro cuál es la verdad y nace para pregonarla, no vaya a ser que hablen las piedras. para debatir -y decir chuminas- ya está el Parlamento. Bueno y las tertulias de radio y TV.

Con la diversidad puede decirse algo similar. La diversidad no es un objetivo es un hecho: diversidad sexual no es que hay 112 tipos de sexo, sino que hay dos que vienen dados por la naturaleza. Se nace niño o niña y no me hagan describir las características de cada uno porque yo he sido educado en colegio de pago y no digo palabrotas.

El sexo es diverso porque existen dos: varón y mujer. Es como el sistema binario que, a pesar de ser dos, luego permite miríadas de diversidad virtual.

Los cristianos no debemos asumir conceptos como el de pluralismo y diversidad, dos cuestiones relevantes que convenientemente manipuladas, representan dos enormes absurdos.