• Y es que el País Vasco pagará 540 millones menos al Estado que el año pasado.
  • Esa es la rebaja obtenida en el Cupo para 2017, que finalmente se queda en 956 millones.
  • Asimismo, el Estado le devolverá 1.400 millones por las discrepancias con el Cupo desde 2007.
  • Y por si esto fuera poco, el PNV se lleva un "cronograma de inversiones en la Y vasca" y rebajas eléctricas para las empresas.
  • Pero las cuentas del Gobierno Rajoy son más de lo mismo y siguen sin responder al mayor problema: el envejecimiento de la población.
Parece que al Gobierno Rajoy se le allana el camino de los PGE 2017, al menos, en lo que a las votaciones de las enmiendas a la totalidad se refiere, pues ha logrado el apoyo del PNV. Eso sí, hay que pagar un precio: cada voto del PNV, que tiene cinco diputados en el Congreso, nos cuesta 108 millones de euros. Y es que el País Vasco pagará 540 millones menos al Estado que el año pasado. Esta cifra es la rebaja que ha obtenido el Gobierno de Íñigo Urkullu en el Cupo para 2017, debido a que se han descontado las políticas activas de empleo. Por tanto, el Cupo para este año ha pasado de los 1.300 millones iniciales a quedarse en 956 millones. Asimismo, el Estado devolverá al Gobierno vasco 1.400 millones por las discrepancias con el Cupo desde 2007 que existían entre las dos administraciones, según ha explicado Aitor Esteban, portavoz del PNV en el Congreso. Y por si estas cifras de dinero fueran poco, el PNV se lleva también a cambio de su apoyo: un "cronograma de inversiones en la Y vasca" y rebajas eléctricas para empresas, entre otras cosas. "Somos gente seria, cuando llegamos a un acuerdo lo cumplimos", ha recalcado Esteban, a pesar de que se le ocurren "algunas sorpresitas, algunas bombitas" en forma de enmiendas parciales al Presupuesto, que no presentarán, claro está. Por tanto, con el apoyo del PNV, Mariano Rajoy ya tiene 175 votos y casi seguro que las 7 enmiendas a la totalidad no saldrán adelante por el previsible 'no' que habrá en las tres votaciones. Cosa bien distinta es la aprobación de los PGE, donde el líder del Ejecutivo necesita 176 votos: aquí entra el juego el disputado voto del diputado de Nueva Canarias, Pedro Quevedo. Pero tranquilos, Rafael Hernando, portavoz del PP en el Congreso, ha señalado que están "dispuestos a hablar con Nueva Canarias y alcanzar acuerdos, al igual que hemos hecho con otras fuerzas nacionalistas". Por tanto, no sería de extrañar que se hablará de al menos 10 kilómetros asfaltados en el camino al Teide o de arreglos en el puerto de Las Palmas, etc. Pero las cuentas del Gobierno Rajoy para este año son más de lo mismo y siguen sin responder al mayor problema: el envejecimiento de la población. De hecho, la familia vuelve a ser la gran olvidada, con sólo 342 millones que encima debe compartir, y se gastarán 140.000 millones en pensiones (30.000 millones más que en 2011). Claro que Cristóbal Montoro (en la imagen) presume de que "entre 2011 y 2016 ha bajado casi 18.000 millones el gasto público, pero nada el gasto social"… Trampa habitual porque el menor gasto público supone, sobre todo, menos inversión. El ministro de Hacienda también ha mencionado el aumento de afiliados a la Seguridad Social (870.000 más desde agosto de 2015), pero no ha dicho ni mú de los ingresos de dicha administración, que son menores. Y cómo no, ha habido algo de polémica: "Venimos de una borrachera de gasto público y ya quieren ir de copas a celebrarlo", ha dicho Montoro, aludiendo a los que le reclaman más inversión pública… algo que no ha gustado mucho a PSOE, Unidos Podemos, En Marea, etc. Cristina Martín cristina@hispanidad.com