El exseleccionador de baloncesto Pepu Hernández es el candidato elegido por el presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, para encabezar la candidatura socialista al Ayuntamiento de Madrid.

El exentrenador, que hizo a la selección española campeona del mundo en 2006, es el elegido por Sánchez para acometer el reto de levantar al socialismo en la capital de España y solventar la crisis interna del partido en la comunidad, reflejada en los malos resultados pronosticados por los sondeos.

Hernández deberá someterse a un proceso de primarias, al que ya ha anunciado que concurrirá Manuel de la Rocha

Aunque su candidatura es la oficialista, Hernández deberá someterse a un proceso de primarias, al que ya ha anunciado que concurrirá Manuel de la Rocha, exalcalde de Fuenlabrada, exdiputado de la corriente de Izquierda Socialista y padre del director general de Asuntos Económicos en el gabinete del presidente del Gobierno, recuerda TVE.

'Pepu' Hernández nació en Madrid el 11 de febrero de 1958 y fue seleccionador nacional entre 2005 y 2008 y en 2006 lideró a la Selección que ganó el único Mundial de baloncesto en Japón.

Fue durante la celebración del título en la plaza de Castilla de Madrid donde Pepu pronunció una de sus frases célebres: "Os voy a decir una palabra. Y escuchadla bien, porque va a ser una palabra muy importante: ba-lon-ces-to".

Os voy a decir una palabra. Y escuchadla bien, porque va a ser una palabra muy importante: ba-lon-ces-to

Previamente, entre 1994 y 2005, fue entrenador del Estudiantes, club con el que fue campeón de la Copa del Rey en 2000, subcampeón de la Liga ACB en la campaña 2003-2004 y subcampeón de la Copa Korac en la temporada 1998-1999. En la temporada 2003-2004 fue elegido mejor entrenador y en 2005 recibió la insigina de oro y brillantes del Estudiantes, hasta entonces sólo en poder de tres expresidentes del club y del jugador John Pinone.

Tras dejar la selección pasó a entrenar al Joventut de Badalona en la temporada 2010-2011, y a la siguiente regresó al banquillo del Estudiantes. El 6 de marzo de 2012 acordó con el club madrileño la rescisión de su contrato, cuando el equipo era penúltimo de la tabla con sólo seis victorias en 22 encuentros.