Tras un año de crecientes tensiones, las aguas en la península coreana se han calmado y se comienza a hablar de desnuclearización o un acuerdo de paz que ponga fin oficial al conflicto bélico que enfrentó a las Coreas y que acabó en 1953 con un alto el fuego.

El presidente surcoreano, Moon Jae-in, y el líder norcoreano, Kim Jong-un, se reunirán este viernes en la frontera entre ambas Coreas. El encuentro será histórico, informa Tele13.

Este crucial encuentro será el primero de alto nivel entre líderes de ambas Coreas en más de una década y hay mucho en juego. Aunque no sea la primera reunión de líderes de ambas Coreas desde la guerra en la península, sí será la primera vez que el líder norcoreano cruza al Sur.

La desnuclearización de Corea del Norte será una de las cuestiones más importantes encima de la mesa.

Desde 2006, Pyongyang ha llevado a cabo seis pruebas nucleares, la última y más potente el pasado mes de septiembre. Poco después, el régimen norcoreano declaró que había completado sus objetivos en materia nuclear.

Kim Jong-un ha mostrado su disposición a hablar de la desnuclearización, pero analistas se muestran escépticos de que eso vaya a producirse.

Otro de los puntos destacados por parte de Seúl es la posibilidad de establecer una paz permanente entre ambas Coreas

La semana pasada, el líder norcoreano anunció la suspensión de pruebas nucleares y balísticas y el cierre del centro de tests nucleares en el norte del país, que quedó seriamente dañado tras la prueba de septiembre.

No obstante, los expertos consideran esa declaración una oferta simbólica, que puede ser revocada en cualquier momento, y que muestra a un país seguro y confiado más que otra cosa: la simple confirmación de que el Norte no necesita llevar a cabo más pruebas.

Otro de los puntos destacados por parte de Seúl es la posibilidad de establecer una paz permanente entre ambas Coreas.

Seúl y Pyongyang siguen técnicamente en guerra, pues el conflicto que libraron acabó en 1953 con un alto el fuego, pero no un acuerdo de paz formal.

El armisticio que puso fin a la contienda fue firmado por Corea del Norte, sus aliados chinos en la guerra y el mando de la ONU encabezado por Estados Unidos (que apoyó al Sur).

En un acuerdo formal, las partes implicadas en el conflicto deberían participar, pero también se baraja la posibilidad de que se produzca un pacto intercoreano.