Los clásicos, más serios que nosotros, hablaban de la incompatibilidad –falsa incompatibilidad– entre razón y fe… cuando la razón es una cuestión de fe y nada hay más racional que la fe –es decir, confianza– en Cristo.

Nuestro mundo opone algo aún inferior a la razón, la ciencia empírica, frente a fe cristiana, cuando lo cierto es que la ciencia química apenas puede abordar un 0,1% de la realidad. Es decir, sólo la realidad material, lo que se puede ver y pesar. Pero así somos.

Químicos físicos, matemáticos, médicos, no sólo creyentes sino practicantes

Y ahora contamos en España con un presidente que se confiesa ateo y se enorgullece de ello. ¿Podemos confiar en un señor que sólo es capaz de contemplar el 0,1% de la realidad?

En este pasaje de Internet se da un repaso al elenco de científicos cristianos. No están todos, pero están, por ejemplo, los que apostaron mucho por la física cuántica, precisamente la última arma, falsa, utilizada por los profanos de la física contra la fe en Cristo.

La razón es una cuestión de fe y la fe en Cristo es lo más racional que existe

La razón es una cuestión de fe y la fe en Cristo es lo más racional que existe. ¿Cómo confiar en las irracionalidades que, además, sólo conducen a la desesperanza?