Ya sabemos que los estatutos de Podemos -como los principios de Pedro Sánchez- si no gustan, pueden cambiarse, porque siempre tienen otros.

Que hay que alargar los mandatos en el partido morado, pues se modifican los estatutos y se alargan. Que hay que permitir que sus líderes puedan ser ministros y diputados, pues se cambian los estatutos. Lo que haga falta. 

Que el vicepresidente y los 4 ministros de Podemos, Irene Montero, Alberto Garzón, Yolanda Diaz y Manuel Castells tienen que disponer entre todos de 19 vehículos oficiales para sus desplazamientos -cuando los estatutos del partido establecen la obligación de renunciar a los vehículos oficiales- pues se cambian los estatutos a la medida de los altos cargos del partido. 

Y mientras directivos del parque móvil de los coches oficiales del Gobierno están cansados de las exigencias de los podemitas. Ya no es que pasen de no poder hacer uso del coche oficial -por sus estatutos, sí- sino que, ya puestos, se permiten elegir los mejores modelos. Faltaría más.