• El Santo Padre les animó a ser "patriotas, no patrioteros".
  • Y también: "Jesús es ese fuego al cual quien se acerca queda encendido"
  • "El Amor a la patria es un amor a la Madre. La llamamos madre patria porque aquí nacimos pero ella misma, como toda madre, nos enseña a caminar y se nos entrega para que las hagamos sobrevivir a otras generaciones".
  • En torno al desafío de "avanzar en comunidad", el Papa expresó su alegría por el "esfuerzo evangelizador y de la vitalidad alegre" de la Pastoral Universitaria, "signo de una Iglesia joven, viva y 'en salida'".
La penúltima cita del tercer día del Papa Francisco en Chile fue el festivo encuentro con la juventud que tuvo lugar en el Santuario Nacional de Maipú, recoge Infocatólica de Vatican News. El Papa alabó la labor de los jóvenes chilenos cuanto tiene lugar una catástrofe nacional: "Y esto se ve, por ejemplo, cada vez que sucede una catástrofe natural: tienen una capacidad enorme para movilizarse, que habla de la generosidad de los corazones. Gracias, y que siempre salen por esta referencia a la patria, porque el camino hacia adelante, los sueños que tienen que ser concretados, el mirar siempre hacia el horizonte, se tiene que hacer con los pies en la tierra, y se empieza con los pies en la tierra de la patria". Y les pidió que sean patriotas: "Y si ustedes no aman a su patria yo no les creo que lleguen a amar a Jesús y que lleguen a amar a Dios. El Amor a la patria es un amor a la Madre. La llamamos madre patria porque aquí nacimos pero ella misma, como toda madre, nos enseña a caminar y se nos entrega para que las hagamos sobrevivir a otras generaciones. Por eso quise empezar con esta referencia de la Madre y de la madre patria. Si no son patriotas -no patrioteros, patriotas-, no podrán ser nada en la vida. Chicas y chicos, quieran a su Chile, den lo mejor que puedan por su Chile". Francisco recordó a los jóvenes que poseen la guía de san Alberto Hurtado: «un santo que iba cantando con su vida: «contento, Señor, contento»: «Hurtado tenía una regla de oro, una regla para encender su corazón con ese fuego capaz de mantener viva la alegría. Porque Jesús es ese fuego al cual quien se acerca queda encendido». La única forma de no olvidar la contraseña que sirve para «encender el corazón, la fe y la chispa en los ojos», sumó el Papa, «es usarla todos los días», y asegurando a los jóvenes que si así lo hacen «llegará el día en que, sin darse cuenta, su corazón latirá como el de Jesús», les invitó a tomar simbólicamente su teléfono para no olvidarse de la contraseña, les agradeció por el encuentro y les impartió su bendición apostólica. Tras el multitudinario encuentro con los jóvenes, el Papa Francisco llegó a la Pontificia Universidad Católica de Chile, donde agradeció su "inestimable servicio" por más de 130 años y donde la alentó a ser como un "laboratorio" para forjar el futuro del país, recoge Aciprensa. El Papa Francisco agradeció las palabras del rector y le reconoció "el bien que hace con su sapiencialidad en el gobierno" de su institución y "por defender con coraje la identidad de la Universidad Católica". Luego, afirmó que en los casi 130 años que tiene la universidad, esta "ha ofrecido un servicio inestimable al país". En torno al desafío de "avanzar en comunidad", el Papa expresó su alegría por el "esfuerzo evangelizador y de la vitalidad alegre" de la Pastoral Universitaria, "signo de una Iglesia joven, viva y 'en salida'". Luego, dijo que la comunidad universitaria tiene el desafío de "no quedarse aislada de los modos de conocer" y que adquirir conocimiento debe estar en función de "una interacción entre el aula y la sabiduría de los pueblos" que conforma Chile. En ese sentido pidió a la comunidad educativa no quede reducida "a aulas y bibliotecas, sino que debe ser desafiada continuamente a la participación", logrando "incorporar en su seno la vida y el caminar del pueblo superando toda lógica antagónica y elitista del saber". Casi al término de su discurso, dijo a los presentes que "hoy resulta profética la misión" de la Universidad Católica de Chile. "Ustedes son interpelados para generar procesos que iluminen la cultura actual, proponiendo un renovado humanismo que evite caer en todo tipo de reduccionismo. Y esta profecía que se nos pide, impulsa a buscar espacios recurrentes de diálogo más que de confrontación". Finalmente, dijo que si todos "lo piden", no hay duda "que el Espíritu Santo guiará sus pasos" para que la Universidad Católica de Chile "siga fructificando por el bien del Pueblo de Chile y para la Gloria de Dios". José Ángel Gutiérrez joseangel@hispanidad.com