• Javed Masih tenía 32 años de edad. Con su trabajo, estaba pagando una deuda que su familia había contraído hace tres años.
  • Acusado de robo, fue torturado durante días.
  • La policía no acepta la denuncia del asesinato: "Todo esto está ocurriendo porque somos cristianos y pobres".
  • Además, otro joven cristiano de 16 años es acusado falsamente de blasfemia.
Un cristiano de 32 años murió a causa de las heridas infligidas por su empleador musulmán. Su nombre era Javed Masih y residió en Kamalpur en Sargodha Road, distrito de Faisalabad (Pakistán). Trabajaba en el servicio de Bilal Wahla, para pagar una deuda de 350 mil rupias [unos 2.900 euros] contratado por parte de su familia. Oficialmente, tendría que barrer la mansión de los musulmanes, cuidar de los animales, ordeñar las vacas y distribuir la leche. De hecho, Javed era tenido como esclavo. Acusado de robar al patrón una motocicleta, el cristiano fue golpeado repetidamente con palos y otros objetos. Transportado al hospital, murió a causa de las graves torturas. Imran Masih, hermano mayor de Javed, denunció en AsiaNews: "Queremos justicia. Somos pobres y por lo tanto la policía se niega a escucharnos y registrar la denuncia. Los grandes propietarios de tierras  amenazan con graves consecuencias, porque nos hemos opuesto a cualquier compromiso. Todo esto está ocurriendo porque somos cristianos y pobres". Además de este caso, Shahzad Masih, un joven cristiano, ha sido acusado de falsa blasfemia por un miembro del partido extremista islámico Tehereek-e-Tuhafaz. La policía de Dinga City ha detenido al chico de 16 años en el distrito de Gujarat perteneciente a la provincia paquistaní de Punjab. Según ha declarado la familia de Shahzad los agentes no le permiten visitarlo, niegan tenerlo bajo su custodia por lo que hasta ahora el joven cristiano de Pakistán está desparecido. Tal como publicó Asia News, Shahzad trabajaba como barrendero en el Shahmim Riaz Hospital. Sus familiares han explicado que el mes pasado él estuvo involucrado en una discusión religiosa son su actual acusador Ishtiaq Qadri, pero en aquella ocasión Masih salió ileso gracias a la intervención del doctor Tariq, uno de los médicos del hospital. "Shazad ha crecido como un fiel cristiano devoto", comenta la madre rechazando la acusación.. "Jamás enseñé a mi hijo a odiar a ninguna persona que pertenecieran a otra religión y por esto estoy seguro que las acusaciones contra él son falsas". Mientras ocurría el arresto del cristiano Shazad en Pakistán su familia era obligada a huir de la ciudad donde viven cerca de 150 cristianos. Por su parte el imán imán Gazi Saqib Shakeel ha pedido en nombre del grupo islámico, que "el sistema judicial inflija el máximo de la pena, de modo que en el futuro él no pronuncie ofensas". En Pakistán la blasfemia o la simple sospecha puede provocar  la reacción violenta de los musulmanes radicales y no termina sino con la pena de muerte para quien es acusado. El presidente de la British Pakistani Christian Association, Wilson Chowdhry, declaró: "El arresto de un adolescente cristiano es motivo de gran dolor. Las leyes draconianas (sobre la blasfemia) son utilizadas como instrumento para discriminar y convertir cada día en modo forzado, mientras el mundo permanece en silencio. Este pobre joven ahora deberá enfrentar el más espantoso de los procesos y podrirse en la cárcel por gran parte de su vida. Aún más, en este clima (de intolerancia religiosa) una sentencia podría infligírsele la muerte ya sea por vía judicial o de un procedimiento extra-judicial". Si Paquistán desapareciera de la faz de la tierra a lo mejor no íbamos a sentirlo en exceso. Andrés Velázquez andres@hispanidad.com