Estoy muy emocionado: Pedro Sánchez, el estadista que pilota nuestra nación durante la mayor crisis de nuestras vidas (creo que debo haber dicho media docena de mentiras en una sola frase) ha llamado a todos, a unos nuevos Pactos de la Moncloa para superar el coronavirus.  

Enternecido estoy ante las declaraciones de ese maestro de periodistas que es Iñaki Gabilondo: “No es el momento de buscar una alternativa al Gobierno sino de ayudarle a hacerlo bien”.

Cierto sólo que es ese mismo Gobierno especialmente la sección Podemos quien quiere cambiar a la oposición. Y así, los podemitas, han lazando una campaña con esta consigna: “Es el momento de apartar a aquellos que quieren destruir el sistema”. Léase ilegalizar a Vox.

La permanencia de Podemos en el Gobierno es incuestionable. En Moncloa no manda Sánchez sino Iglesias, pero el culpable de lo que pasa no es Iglesias, sino Sánchez

Y en el entretanto, Sánchez advierte que en los nuevos Pactos de La Moncloa hay dos cosas intocables: hay que caminar hacia el socialismo duro, donde el principal propietario será el Estado, que podrá robar -se dice así, robar- a los privados lo que le venga en gana y cuando le vengan en gana, en nombre del interés general, de lo común. 

En cualquier caso, el Gobierno asegura pretende un gran pacto Nacional, abierto a todos… menos a católicos y liberales. Es decir, un pacto en el que no entraría Vox… que es católico en filosofía y liberal en economía.

Y lo dicho: la permanencia de Podemos en el Gobierno es incuestionable. Recuerden que en Moncloa no manda Sánchez sino Iglesias, pero el culpable de lo que pasa no es Iglesias, sino Sánchez. Y que a Iglesias no le sobra el PP: lo que le sobra es Vox.

Vote

Por cierto, he dicho que Vox es un partido liberal en economía. Lo que no es lo mismo que capitalista. Capitalista es quien defiende la empresa privada y los mercados privados; liberal es el que defiende la propiedad privada, especialmente la propiedad privada pequeña.

El capitalista cree en el mercado y en las grandes empresas, en lo grande, sea público o privado. El liberal cree en la propiedad privada pequeña

No, no es lo mismo. Ejemplo, un carterista puede ser un defensor de la empresa privada y del mercado privado pero no se le podrá considerar un defensor del propiedad privada. Sobre todo, de la más importante: la pequeña propiedad privada.

Sin embargo el capitalismo puede ser privado o de Estado. Por ejemplo, el PSOE, un ejemplo nítido de un capitalismo de Estado. Y a ambos PSOE y Podemos, les encanta lo grande, sea público o privado-grande, y aborrecen lo pequeño. Lo pequeño sólo cada cuatro años, a la hora de votar.

Los pactos de La Moncloa admiten a todos: menos a católicos y liberales. ¿Y a Vox? Ilegalizadlo.