El Salvador es uno de 26 países del mundo que prohíben el aborto en todos los casos.

Por eso sufre los ataques del Nuevo Orden Mundial, que quiere que este pequeño país centroamericano apruebe el aborto. Y utiliza casos extremos, o rrores judiciales, para presionar, como el desgraciado caso de esta mujer, que merece todo el respeto y apoyo del mundo.

Pero en El Salvador hay quien defiende la vida, como la presidenta de la 'Fundación Sí a la Vida', Julia Regina de Cardenal, explicó a DW que "si el aborto fuera legal (en El Salvador), habría mucho más violencia contra la mujer de la que ya hay. Debemos unirnos a combatir toda forma de violencia, por eso defendemos el derecho a la vida del cual se derivan todos los demás”, y aseguró que, desde su organización, "se les ofrece el apoyo que ellas necesitan para que la solución sea la vida, no la violencia y la muerte”.

El aborto es una de las obsesiones del Nuevo Orden Mundial, que busca implantarlo en todo el mundo. Pero el aborto atenta contra la ley natural porque todo el mundo puede saber con su sola razón que matar a un niño en el vientre de su madre es un asesinato. Y la ley natural pide que ese niño siga viviendo.