• La dimisión de Esperanza Aguirre, primer estallido de la guerra entre los jóvenes del partido y la vieja guardia.
  • El cabreo de Rajoy aumenta por momentos: con Soraya por no controlar a los jueces y con Cifuentes por abrir la caja de los truenos.
  • Mientras, los vicesecretarios más inexpertos del PP apoyan la política suicida de la presidenta madrileña.
  • Nadie frena a Eloy Velasco: investiga a Zaplana, su antiguo jefe en Valencia.
  • Y también a Juan Miguel Villar Mir, propietario de OHL y presidente del Grupo Villar Mir.
Cristina Cifuentes ha provocado el caos en su partido y la histeria del presidente Mariano Rajoy (en la imagen, a la izquierda de Cifuentes). La Operación Lezo, en la que la Comunidad de Madrid se presentará como acusación particular, no deja de proporcionar munición al resto de los partidos políticos que ven, con alborozo, la estrategia suicida de la presidenta madrileña que este lunes deja varias noticias de alcance. La primera, la imputación -ahora investigación- de Eduardo Zaplana, exjefe del juez Velasco en Valencia, la del que fuera viceconsejero de la Presidencia de la Comunidad de Madrid, Alberto López Viejo -también imputado en la Gürtel- y, no menos llamativa, la de Juan Miguel Villar Mir, propietario de OHL, presidente del Grupo Villar Mir y suegro del también investigado, Javier López Madrid. En total, el número de imputados este lunes alcanza los 60. La segunda noticia que marcará la política de los próximos días: la dimisión de Esperanza Aguirre como portavoz del Ayuntamiento de Madrid. Así lo ha anunciado la propia Aguirre en la tarde de este lunes ante una sala abarrotadas de periodistas que no han podido realizar preguntas. La expresidenta de la CAM ha señalado que se siente engañada por Ignacio González y ha admitido que debió vigilarle más. El caos en el PP aumenta por momentos, casi a la misma velocidad que el cabreo de Rajoy. El presidente del Gobierno y del Partido Popular, de viaje oficial en Brasil, abroncó a Soraya Sáenz de Santamaría por no controlar a los jueces y a Cifuentes por abrir la caja de los truenos y provocar el tsunami en el que está inmerso actualmente el partido. Y ojo, porque la Operación Lezo podría salpicar a Cifuentes en cualquier momento. No en vano, la presidenta de la CAM trabajó junto a Francisco Granados durante diez años, vigilando las buenas prácticas en el PP. Soraya, Cifuentes… el cabreo de Rajoy también es con los jóvenes vicesecretarios del partido, Pablo Casado y Andrea Levy especialmente, por apoyar la política suicida de Cifuentes. El presidente está en estado de histeria y no ha dudado en abroncar también al Fiscal General del Estado, José Manuel Maza. Rajoy está en Brasil físicamente, pero mentalmente sigue en España. Muy cabreado. Pablo Ferrer pablo@hispanidad.com