• Y no que queda otra que esperar más a cambio de su 29% en la aerolínea, después de que la UE le impidiera comprarla hace dos años.
  • De momento, IAG no cambia ni el precio ni las condiciones de la OPA tras los compromisos que le ha arrancado el Gobierno irlandés.
  • Y es consciente también de que podría mejorar la oferta en los próximos 28 días por las sinergias que le aporta la compra en ingresos y costes.
  • Pero la intención es clara: configurar un grupo a cuatro con Iberia, BA y Vueling y una mayor presencia en el Atlántico Norte.

Ryanair, se lo contabamos este martes, ya no se queja; ahora de forra, y encima tiene llave de cualquier desenlace en la OPA lanzada por International Air Group (IAG) sobre la irlandesa Aer Lingus. La mejor prueba de lo primero son los resultados en su último año fiscal, en el que aumentó su beneficio un 66% (867 millones de euros), y la confirmación de lo segundo, que no es una novedad, está su participación del 29% en Aer Lingus. IAG, que agrupa a British Airways, Iberia y Vueling, dio ayer martes los detalles de su nueva oferta vinculante por Aer Lingus, con la que pretende configurar un grupo a cuatro para competir con otras grandes aerolíneas (Lufthansa o Air France-KLM). Lanzará la OPA en un plazo de 28 días a contar desde ayer. En la oferta, el grupo no ha cambiado ni el precio ni las condiciones previstas hasta ahora: pago en efectivo de 2,55 euros por acción, que eleva el importa de la operación a 1.361 millones de euros -equivalentes al 8,7% de la capitalización de IAG-, pero tiene ya el visto bueno del Gobierno irlandés, un escollo que no había superado hasta ahora. El Ejecutivo irlandés, que controla el 25% de la aerolínea, se inclinó por aprobar la venta tras el compromiso de IAG para evitar una serie de líneas rojas como los despidos forzosos, la trasmisión de slots (derechos de despegue y aterrizaje) o el mantenimiento de las conexiones aéreas de Irlanda. Zanjados esos obstáculos, no hay problema, ni para el Consejo de Administración ni para IAG, que mide el efecto positivo de la compra en términos de balance y de sinergias en ingresos y costes, y  a través de una mayor presencia en el Atlántico Norte. El Gobierno irlandés, en suma, allana los deseos de IAG, pero no despeja el otro gran escollo: Ryanair, accionista de referencia de Aer Lingus con su participación del 29%. La compañia de Michael O'Leary (en la imagen) tiene así la llave y el futuro de la operación, que deja la OPA de IAG en un mientras tanto. La razón está en una de las condiciones de la oferta de IAG: la aceptación del 90% de las acciones y de los derechos de voto. En consecuencia, Ryanair debería deshacerse de su participación. Será interesante, por tanto, escuchar a Michel O'Leary, el estrambótico consejero delegado de Ryanair. Por el momento se ha limitado a decir que esperaría a recibir formalmente una oferta y hay 28 días para lanzarla. Y uno de los argumentos para convencerle sería mejorar la oferta. IAG tiene margen para ello, según los analistas, que valoran positivamente la operación para IAG. Estiman que es posible que mejore la oferta, aunque es poco probable que lo haga de inmediato. Y si Ryanair se pliega, quedará por saber la postura de los reguladores, aunque la Unión Europa ya dejó entrever que no se opondrá a la operación. Hace dos años la propia Ryanair intentó lo mismo, comprar Aer Lingus, pero la Comisión Europea se lo impidió por problemas de competencia. Está claro que la única opción que le queda a Michel O'Leary es rentabilizar la inversión. ¿Cómo?: vendiendo su participación a más de los 2,55 euros que ofrece IAG. Rafael Esparza