El pasado 18 de noviembre, en la Comisión de Igualdad, se debatía la proposición de Ciudadanos para que en España se prohíba «la realización de métodos, programas y terapias de aversión, conversión o contracondicionamiento de la orientación sexual o de la identidad o expresión de género, con sanciones en caso de incumplimiento».

La secretaria general del Grupo Parlamentario VOX, Macarena Olona, tomó la palabra para recordar, en primer lugar, que en España, en 2020 la norma fundamental es la Constitución Española: «Se olvida de mencionar el artículo 14 de la Constitución española. Piedra angular que garantiza la igualdad de todos los españoles en España y que prohíbe cualquier tipo de discriminacion por razón de sexo o cualquier otra condición o circunstancia personal o social. Y este olvido es una omisión imperdonable porque nos hablan en su escueta PNL (1 folio) de la persecución legal de la homosexualidad en nuestro país y de la discriminacion específica que sufren las personas LGTBI en España, cuando nuestra Norma Fundamental nos declara a todos los españoles iguales. ¡Y libres!», señaló Olona, que lamentó que Cs necesite mantener su discurso victimista para que el colectivo LGTBI les acepte. «Aunque les escupan en la cara cuando van a sus manifestaciones», recogió Vox en su web.

«Hoy Cs pide en esta PNL que se prohíban en España los métodos, programas y terapias que consideran la homosexualidad como una enfermedad o una desviación. Pero han sido tan irresponsables como Legislador que así lo dicen en la exposición de motivos de la PNL pero se olvidan de incluirlo en el suplico -única parte que se somete a votación- donde se limitan a pedir que se prohiban en España las terapias a las que acudan las personas homosexuales. Señorías de Cs, la finalidad originaria de su PNL es innecesaria porque, y escúchenme bien, la homosexualidad no es una enfermedad. Lo digo yo. Lo dice vox. Y lo dijo la OMS en 1990. Afortunadamente, porque antes de esa declaración el Partido comunista, hoy integrado en Podemos, expulsaba a los homosexuales de su partido», subrayó la secretaria general, Olona.

«¿Y a qué nos llevaría apoyar el tenor literal del suplico de su PNL, con el grueso error que han cometido? A que el Gobierno pueda prohibir que las personas homosexuales acudan a terapia. Y me refiero al derecho que cualquier persona tiene, sea o no homosexual, para acudir a un especialista que le ayude a encontrar su identidad. No de género, que hasta en esto Cs se ha tragado la terminología progre de la izquierda. La identidad que todos tenemos como personas y que formamos a través de un proceso biográfico. ¡Libertad, Señorías! Dejen de meterse en las camas de los españoles, reclamó Olona, que agradeció «a las cada vez más personas LGTBI que, con gran valentía, dan un paso al frente para salir del ‘armario ideológico’ donde les tienen encerrados los sectarios de la izquierda. Y esto es lo que ocurre cuando VOX levanta la voz, sin sus tergiversaciones y mentiras. Que lo que se escucha, alto y claro, es la defensa de la libertad».

Quedan de manifiesto las contradicciones del ‘lobby LGTBI’: proponen libertad para cambiar de sexo pero prohíben impartir ‘terapias de aversión o conversión’ para homosexuales, incluso si ellos las quieren de manera voluntaria

Recordemos que el Gobierno del PP de la Comunidad de Madrid, cuya presidenta era la pepera Cristina Cifuentes, en su Ley de Protección Integral contra la LGTBIfobia y la Discriminación por Razón de Orientación e Identidad Sexual madrileña, aprobada en julio de 2016 y publicada el 22 de ese mismo mes, establecía como "infracciones muy graves" la "promoción y realización de terapias de aversión o conversión con la finalidad de modificar la orientación sexual o identidad de género de una persona. Para la comisión de esta infracción será irrelevante el consentimiento prestado por la persona sometida a tales terapias".

En cualquier caso, con medidas como estas, quedan de manifiesto las contradicciones del ‘lobby LGTBI’: proponen libertad para cambiar de sexo pero prohíben impartir ‘terapias de aversión o conversión’ para homosexuales, incluso si ellos las quieren de manera voluntaria.