• El desplome en bolsa de su filial ya tiene también una consecuencia financiera: le obliga a poner más garantías para los préstamos.
  • Entrega otro 9,8% de OHL México en prenda por un crédito de 312 millones. La prenda afecta ya al 33,5% de la filial.
  • Y es que desde que estalló el escándalo de las grabaciones telefónicas, las acciones de OHL México han perdido un tercio de su valor.
  • En el Ibex, el valor también está muy penalizado: este viernes ha vuelto a caer con fuerza, un 4,6%.

Los problemas en México no acaban para Juan Miguel Villar Mir (en la imagen), presidente de OHL, un país, encima, en el que quiere adelgazar, aunque no lo logra y a su pesar sigue siendo uno de sus mercados estratégicos. Todo se ha agravado con el escándalo de las grabaciones telefónicas en un presunto caso de corrupción. Las consecuencias se han notado especialmente en la cotización del valor en España (este viernes, la acción se ha vuelto a desplomar un 4,6%, hasta 17,1 euros) y, sobre todo, en su filial OHL México, que cerró el jueves con otra caída del 5,3%, un suma y sigue sobre las caídas anteriores, superiores al 20%, que arrastra desde que estalló el lío, a mediados de mayo. Y eso reaviva otro problema, de carácter financiero, que es lo que pasa cuando como garantía de un crédito se pone en prenda parte del capital de una empresa. Si es empresa se devalúa, el efecto llega a las condiciones del préstamo. Lo mismo le sucedió a Sacyr cuando, a cambio de financiación, puso en prenda Testa, su filial de patrimonio, o su casi 10% en Repsol. Si las acciones de Repsol bajaban, las garantías cambian y tocaba renegociar. En el caso de OHL y en México ha sucedido lo mismo. OHL Concesiones pidió un crédito de unos 312 millones de euros (5.208 millones de pesos mexicanos) y puso como garantía del pago del préstamo el 24,25% del capital de OHL México. Pero OHL México se ha desplomado ya en bolsa lo que se ha desplomado y ya no vale lo mismo (en concreto, un tercio menos). ¿Conclusión?: OHL ha tenido que realizar una prenda adicional, que se concreta en otro 9,28% del capital de OHL México, presionado por las condiciones con las que contrató el crédito. Si ya tenía en prensa el 24,25%, ese porcentaje asciende ahora al 33,53% del capital de su filial mexicana. La propia OHL ha dado los detalles a la CNMV. Y México, en efecto, no es un país cualquiera en la cuentas de OHL, que canaliza a través de su filial (en la que controla el 56,14%) las concesiones que tiene en aquel país. Ya explicamos, no obstante, que parte de los problemas en ese país vienen de que Abertis no quiere comprarle las autopistas, como sí hizo con las chilenas y brasileñas, y, paralelamente, el Santander empieza a preocuparse por el elevado riesgo bancario. Y a todo ello se une la presión que siente del mexicano Carlos Slim, principal accionista de FCC. Con todo, Villar Mir reiteró su apuesta en México durante la junta de accionistas, esta semana, y cargó contra el ejecutivo cesado en México, Pablo Wallentin, por cuya actuación se siente "avergonzado". Walletin fue acusado de alterar los precios de los peajes y las inversiones en el contrato de concesión de las autopistas del país. Rafael Esparza