La OCDE ha presentado la última edición de su informe ‘Perspectivas Económicas de la OCDE’.

En lo que respecta a la economía española, este organismo ha revisado y empeorado sus previsiones. Así, por ejemplo, en este año 2019 vaticina que crecerá un 2% frente al 2,4% del año pasado y prevé que crezca al 1,6% en 2020 y 2021. Esas cuatro décimas suponen la mayor caída entre los países desarrollados, junto a Japón.

Se trata de una revisión a la baja respecto a mayo -la última vez que la OCDE analizó al detalle los parámetros de la economía española-, cuando pronosticaba un crecimiento de 2,2% este año y de 1,9% el que viene.

La buena noticia, por decirlo así, es que España sigue creciendo sustancialmente por encima de la mayoría de economías desarrolladas y de la media de la zona euro: 1,2% en 2019, 1,1% en 2020 y 1,2% en 2021.

Por contra, el Gobierno de España ha pronosticado un crecimiento del 2,1% este año y del 1,8% en 2020.

Por contra, el Gobierno de España ha pronosticado un crecimiento del 2,1% este año y del 1,8% en 2020

En cuanto a la deuda pública de España, esta alcanzará el 96,6% del PIB en 2019, el 96,4% en 2020 y el 96,2% en 2021. Y sobre el déficit, lo sitúa en el 2,2% del PIB este año, dos décimas más que su anterior pronóstico, y bajará al 1,8% en 2020, medio punto por encima de la previsión precedente, para caer al 1,4% en 2021. Un consejo para España: reducir deuda. El mismo que le ofrece

En lo que respecta al paro, la OCDE estima que se situará este año en el 14,2%, cuando en mayo confiaba en que caería al 13,8%, mientras que para 2020 y 2021 anticipa una tasa de desempleo del 14,1% y 13,6% respectivamente.

Frases destacadas del informe sobre España son, por ejemplo: “La incertidumbre política genera ambigüedad sobre la futura posición fiscal”.

O esta otra: “Garantizar la implementación efectiva de reformas estructurales previas que abordan la fragmentación interna de los mercados de productos es clave para crear economías de escala”.