La cristofobia avanza en España. Abogados Cristianos ha denunciado el derribo de la Cruz de Ondarroa (Vizcaya) ante la Fiscalía y pide su restitución. La presidenta de dicha asociación, Polonia Castellanos, ha criticado que los sectores laicistas “ponen como excusa la Memoria Histórica para destruir monumentos religiosos”, pero “no pueden gozar de total impunidad”.

El derribo de la Cruz de Ondarroa se produjo el pasado día 14 por parte de unos desconocidos, como informó Deia, que se adelantaron al Ayuntamiento que dirige Zunbeltz Bedialauneta (EH Bildu). Y es que el consistorio “estaba trabajando para eliminar definitivamente este símbolo ilegítimo y una vez destruido no tiene ningún sentido volver a construir un monumento que nunca debió estar aquí”. 

La organización Ernai, próxima a Sortu, ha reivindicado el derribo de esta Cruz, que se erigió en recuerdo a los marineros fallecidos durante la Guerra Civil en el hundimiento del barco Baleares, pero ahora se quería sustituir por “un espacio de memoria” que homenajeara a todos los marineros ondarreses fallecidos en el mar.

Abogados Cristianos considera que la destrucción de la Cruz de Ondarroa constituye un delito de odio y otro contra los sentimientos religiosos

Abogados Cristianos considera que la destrucción de este monumento constituye un delito de odio y otro contra los sentimientos religiosos, además de daños y dejación de funciones por parte del Ayuntamiento. En su opinión, la Cruz nunca puede vulnerar la Ley de Memoria Histórica, “en tal caso, lo que puede vulnerar la Ley serían las inscripciones que contenga y habría que estudiar cada caso de forma individual”, ha subrayado Polonia Castellanos. Parece que en Ondarroa deberían tomar nota de lo sucedido en Vitoria (Álava) el mes pasado, donde el Ayuntamiento reparará la Cruz de Olarizu, que fue atacada por un grupo de saboteadores, y el alcalde, Gorka Urtaran (PNV), recordó que se trataba de un símbolo religioso de la ciudad, aunque se apropiara posteriormente de ella el franquismo, como recogió eldiario.es

Pero lo sucedido en Ondarroa no es el primer caso de cómo se trata de eliminar la Cruz en España: por ejemplo, pasó en Callosa de Segura (Alicante), donde se retiró la Cruz con nocturnidad y alevosía, alegando cumplir la Ley de Memoria Histórica, e incluso se multó a una vecina que proyectó una imagen de luz de la misma.

Hay jurisprudencia de varios tribunales que obligan a mantener o restituir el monumento, como en los casos de Vigo y Buñuel 

Claro que “existe jurisprudencia de varios Tribunales Superiores de Justicia de otras Comunidades Autónomas que obligan al mantenimiento o restitución del monumento”, como en el caso de la Cruz de los Caídos del Monte do Castro en Vigo (Pontevedra) o la de Buñuel (Navarra). En el primero, el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Galicia consideró que “tras eliminar toda simbología franquista, la Cruz puede ser contemplada como un elemento religioso, aunque no fuera su significado originario, puesto que es evidente que se trata de una cruz latina”. Y en el segundo, el TSJ de Navarra fue más allá: este monumento era “un monolito de piedra, con una cruz, un escudo del Ayuntamiento de Buñuel y una relación de nombres y apellidos, ni más ni menos […] El hecho de que conste una relación de nombres y apellidos correspondientes a personas fallecidas, en un monolito en la puerta de una iglesia, no implica, por sí solo, exaltación alguna del franquismo a los efectos señalados en la Ley 52/2007”.