Acaba de publicarse en español Objetivo África (Homo Legens), un alegato de la microbióloga nigeriana Obianuju Ekeocha, presidenta de Culture of Life Africa, contra el neocolonialismo ideológico que intenta imponer en África la cultura de la muerte, a pesar de la evidente resistencia de sus sociedades. 

A pesar de su tono reivindicativo, Ekeocha no es victimista. Reconoce que el daño que están haciendo a África la introducción masiva de anticonceptivos o las presiones a favor de la legalización del aborto es un daño "en gran parte autoinfligido". Los organismos internacionales se aprovechan, por un lado, de la nefasta gestión económica de algunos gobiernos, que se endeudan hasta ser esclavos de los tenedores de la deuda; por otro, de la corrupción, "profundamente arraigada", de la clase dirigente; y por último, de que esos funcionarios corruptos se hayan convertido en "yonquis de la ayuda", que condiciona sus políticas porque el socorro económico que reciben suele llegar de las mismas fuentes que las imposiciones ideológicas.

Ekeocha destaca que se trata de presentar África como un continente en el que la mujer está oprimida y esclavizada, y el aborto y los anticonceptivos como los arietes de su liberación. Pero Obianuju recuerda que desde la descolonización ha habido en el continente siete presidentas y doce vicepresidentas, y el porcentaje de mujeres en algunos parlamentos es superior al de los europeos: el 64% en Ruanda, por ejemplo, frente al 29% del Reino Unido.

Obianuju expone también que un estudio de 2010 de USAID (agencia estadounidense para la ayuda al desarrollo) sobre el número de hijos deseados en todo el mundo ofrecía solo un 6% de hijos no deseados en África, con índices desde los 4,8 hijos en Ghana a los 9,1 en Níger y 9,2 en Chad. Obianuju se esfuerza en hacer comprender a la mentalidad occidental que cifras como las de Níger muestran que las mujeres en África, en general, "consideran que todos sus bebés son deseados, incluso cuando no se ha planificado el embarazo". ¿Dónde está la urgencia anticonceptiva, sino en los organismos mundialistas y en su obsesión por el control de población? En las mujeres africanas no.