La coña del acopio de papel higiénico por los ciudadanos ante el confinamiento que se aproximaba  -y que finalmente se produjo-  en muchos países al final resultó ser cierta y los fabricantes del demandado papel se han forrado.
 
Hoy se ha sabido que la multinacional estadounidense Kimberly-Clark, fabricante del papel higiénico Scottex y de los pañuelos Kleenex, ganó 660 millones de dólares (607 millones de euros) en el primer trimestre, un 45,3% más respecto del mismo periodo de 2019, según ha informado la propia compañía.

Es más: las ventas llegaron a los 5.009 millones de dólares (4.609 millones de euros), un 8,1% por encima de la facturación contabilizada en el mismo periodo de 2019, mientras que el beneficio operativo de la compañía aumentó un 38%, hasta 904 millones de dólares (834 millones de euros).

"La combinación de un incremento de la demanda de nuestros productos y una fuerte ejecución por parte de nuestros equipos queda reflejada en nuestros resultados del primer trimestre", declaró el presidente y consejero delegado de Kimberly-Clark, Mike Hsu.

Asimismo, Kimberly-Clark ha decidido suspender temporalmente su programa de recompra de acciones propias desde este viernes y al menos durante el resto del segundo trimestre para mejorar la flexibilidad financiera de la compañía en el actual escenario.