• El gigante del streaming ha provocado una guerra de ofertas que encarece las series y películas.
  • Los rivales se preparan para competir en un frente común para presentar ofertas más atractivas.
  • Netflix, mientras, aguanta: aumentó en 17 millones los suscriptores en 2015, pero a costa de ganar un 54% menos.
  • La guerra también salpica a las telecos, obligadas a una oferta convergente que pasa por la televisión.
  • En España, el canal de Time Warner, HBO, también competirá en web TV con Movistar y Netflix.
La irrupción de Netflix, el gigante el gigante del streaming, ha revolucionado la oferta de contenidos televisivos y pone en guardia a todos, los operadores de telecos, los grandes grupos de medios y de televisión por Internet, obligados a dar una respuesta. Y a esa inquietud se unen las propias cifras de la compañía sobre 2015. Está presente ya en más de 190 países -130 de ellos mercados nuevos, como Rusia o India- y el número de sus suscriptores supera ya los 75 millones (17 millones de ellos en 2015), pero a costa de ganar un 54% menos. La explicación de ese revés está en sus inversiones para comprar contenidos y los costes de su conquista de territorio. La rivalidad de Netflix, en cualquier caso, se mide por el número de series, películas y programas que ha comprado, y con ello está poniendo jaque tanto a las grandes corporaciones de medios, como a las operadoras de telecomunicaciones con oferta convergente y a otras empresas con servicios de streaming. El primer motivo es porque con esas compras Netflix deja fuera del mercado a otros competidores que pensaban emitir los mismos contenidos que les ha arrebatado la plataforma fundada por Reed Hastings (en la imagen). Es lo que le ocurrió en 2014 al grupo francés Canal Plus con la serie Penny Dreadful. O lo que ha ocurrido este mes a HOOQ, tras el acuerdo de Netflixt para emitir la serie Breaking Bad en más de 150 países. Y a eso se añade un segundo problema, no menor: que Netflix siempre está dispuesta a ofrecer más dinero que cualquier cadena o servicio de streaming. En parte, porque ha basado su estrategia en crecer en número de suscriptores y eso le obliga a ofrecer mejores contenidos (películas o series). Por último, hay que tener en cuenta otro factor, el tercero: Netflix opera en todo el mundo y cuando compra los derechos de emisión es para varios países, cuando otros grupos lo hacen país por país. Otra cosa es si logrará rentabilizar esas inversiones en forma de beneficios. En bolsa, de momento, no se nota. Netflix se ha revalorizado un 121% en bolsa en el último año, a pesar de una cierta desaceleración en el número de suscriptores en EEUU, el país donde ofrece la mejor programación. Y al cierre del ejercicio, Netflix ha ganado 122 millones de dólares netos (43, en el último trimestre). Parece mucho, pero es el 54% menos que en ejercicio anterior, precisamente por las inversiones para su extensión internacional. La cifra de negocio, sin embargo, aumentó un 23%, hasta 6.779 millones de dólares. El daño colateral de esa política de compras para sus rivales, por tanto, es muy claro: tienen que pagar más de lo que ofrece Netflix. Así lo explica, con mucho realismo, uno de los ejecutivos del operador sueco Viaplay: "Si usted ingresa a una guerra de ofertas directamente contra Netflix, lo más probable es que pierda". Netflix presentó sus resultados este martes, coincidiendo en día con el anuncio de HBO, otro de sus rivales, que también estrenará en España este año su servicio por Internet en streaming. El canal de Time Warner es otro de los amenazados por Netflix y confirmó hace dos semanas que su plataforma llegará a 130 países. HBO competirá en España, no sólo Netflix, sino también con Movistar , que tiene ahora los derechos de emisión de serie de HBO como Juego de Tronos. El diario Wall Street Journal se hace eco de esta guerra soterrada contra el creciente poder global de Netflix, que se traducirá -todo apunta en ese sentido- a la unión entre empresas con el fin de presentar ofertas más atractivas a los estudios de televisión que crean y venden su programación. La palabra para hacer frente a Netflix se llama alianza. El diario norteamericano cita varios ensayos en ese sentido. Canal Plus, tras perder la serie Penny Dreadful, entabló conversaciones con Sky TV para encontrar un contrapeso y ver fórmulas para presentar ofertas conjuntas por las series televisivas. Pero no es el único caso. Por iguales razones, otras empresas que ofrecen servicios de streaming, también aspiran a una alianza. Es el caso de Viaplay, del grupo nórdico Modern Times, que ha hablado con sus equivalentes en otros países: Stan, de Australia, Lightbox, de Nueva Zelanda, y Hulu, de Estados Unidos. Su idea es pujar juntos en mayo por las nuevas series. Y Sky, controlada por 21st Century Fox, ha mantenido conversaciones también en ese sentido con Bell Media (Canadá) y Foxtel (Australia). Rafael Esparza rafael@hispanidad.com