• Las telecos son conscientes de que el aumento de clientes (negocio) en la oferta convergente pasa por la televisión.
  • Las grandes productoras temen a un nuevo competidor que les hace daño con un modelo de web TV de pago.
  • Hablamos de modelos de televisión por Internet: los que copian (YouTube), los que compran derechos (las telecos) y los que crean.
  • Sin embargo, por ahora ganan los parásitos: si YouTube cotizara por separado valdría 100.000 millones, casi el doble que la capitalización de Netflix.
Netflix llegó a España a finales de octubre abriendo una nueva etapa, singular, en la lucha entre la operadoras de telecomunicaciones y lo que se conoce como over the top (OTT). YouTube es uno de los ejemplos más paradigmáticos de esas OTT: utiliza la Red, como Google, a la que pertenece, sin ninguna contraprestación. Es un parásito en toda regla: se limita a copiar lo que ofrece, ni compra contenidos ni, por supuesto, los crea. Y es a partir de ahí, precisamente, donde Netflix marca la diferencia, pero no ha cosechado ni de lejos el éxito que esperaba en nuestro país. Se trata de una compañía de contenidos audiovisuales de pago. Y desde ese ángulo, plantea una doble competencia, tanto a las operadoras de telecomunicaciones como a las grandes productoras audiovisuales. También en España, cómo no. De las primeras, chupa de la misma infraestructura que a las telecos no les queda otra que compartir, pero no lo hace como un parásito como YouTube -cobra contenidos-. Por ese motivo, la fórmula Netfix, a pesar de que no es todavía en España una fórmula de éxito, no deja indiferentes a las operadoras. Son conscientes de que cualquier oferta convergente (que incluye la televisión) es decisiva en sus planes de negocio y conquista de nuevos clientes. La competencia, por tanto, es clara. Y por parecidas razones se plantea una batalla similar, en un horizonte más lejano, con las grandes productoras o majors. De momento, Netflix se ha limitado a negociar con ellas los derechos de emisión de sus películas y series, pero su objetivo va lejos: con el tiempo, también creará sus propios contenidos audiovisuales -películas, series, programas- y esos contenidos peleará con la oferta de las majors (ahora, a base de talonario). La competencia, por tanto, también es clara. Es importante tener en cuenta estos aspectos a la hora de ver los modelos de televisión por internet, que son los que se imponiendo sobre todo entre los jóvenes, más ávidos que los mayores en buscarse, por esa vía, televisiones a la carta. YouTube no crea nada, simplemente copia. Es un parásito en toda regla. Y Netflix, de momento, está comprando los derechos de emisión de series y películas, pero su idea es llegar a producirlos ella misma. Con todo y, sorprendentemente, quienes están ganando esa batalla son precisamente los parásitos como YouTube. El diario Wall Street Journal  arroja bastantes luces al respecto al explicar el diferente paso al que corren, en la actualidad, los dos modelos de web TV frente a la televisión convencional. Y ello se traslada también a las diferentes valoraciones de los distintos modelos. Un dato. Mientras el tiempo de exposición a los videos de YouTube se ha disparado un 60% en el último año, especialmente a través de los teléfonos móviles, con la televisión convencional no ocurre lo mismo, Sólo se mantiene constante la audiencia en la franja de edad de los mayores de 50 años. En el resto de edades las audiencias bajan: un 8,6%, por ejemplo, en el segmento de 25 a 34 años. Y a partir de esos datos, explica las distintas valoraciones de Netflix, una plataforma de pago por Internet, y de YouTube. Las acciones de la primera han subido un 141% este año y se han convertido, en efecto, en el valor más atractivo del índice Standard & Poor's 500. Detrás de ese fuerte repunte está su rápido crecimiento y el hecho de que sus ingresos podrían aumentar un 23% este año, hasta los 6.800 millones de dólares. Ahora bien, ¿qué pasa con YouTube? Que se expande todavía más rápido, tiene casi 15 veces más de usuarios que Netflix y podría facturar casi 9.000 millones de dólares este año. Dicho de otro modo, si YouTube fuera una empresa que cotiza por separado -ahora está dentro de Google- , podría valer 100.000 millones de dólares, casi el doble de la reciente capitalización bursátil de Netflix. ¿A qué se acoge Netfix, de momento, para explicar su débil penetración en España? A las velocidades de conexión. Se queja sobre todo de lo que sufren por esa razón los clientes de Telefónica. Según su índice de velocidad de los principales operadores, la peor parada es Telefónica, por detrás de Telecable, Euskaltel, R, ONO-Vodafone, Jazztel y Orange. Rafael Esparza rafael@hispanidad.com