Pedro Sánchez ha dado alas a un partido moribundo, como era Podemos, que empezaba a parecerse cada vez más a Ciudadanos, al que ha dado alas, también cuando estaba moribundo, el señor Pablo Casado. Al parecer, PP y PSOE se han conjurado para no regresar al bipartidismo.

En Moncloa aseguran que ya tenían previsto la alianza con Podemos una semana antes del 10-N y que han conseguido ‘centrar’ a los neocomunistas de Pablo Iglesias.

El PSOE ha dado alas a un partido morado que estaba moribundo, a lo Ciudadanos y cuando ya se percibía en España el regreso al bipartidismo

En cualquier caso, este fin de semana, por si no había quedado claro, Iglesias se ha convertido en casta.

Previsto para el próximo 21 de marzo, Vistalegre-3 será un mero trámite. Los perroflautas se han metamorfoseado en casta y se han convertido en un partido familiar: Pablo e Irene. Y han perdido su espíritu: ya no habrá limitaciones de salarios ni de mantenimiento en el cargo. Pablo e Irene jamás abandonarán el sillón: habrá que echarlos.

Iglesias quiere eternizarse en el Gobierno y, si es caso, como buen neocom (neo-comunista), un vez controle el poder, manipulará las elecciones para mantenerse en él por tiempo indefinido. Es una hipótesis hoy lejana pero no imposible.

Todo indica que Pedro Sánchez no está consiguiendo que Podemos se centre sino que el PSOE se radicalice. Lógico: los morados sólo son una excrecencia del bolivarianismo venezolano

Es más, resulta previsible. A fin de cuentas, es la historia misma, calcada, del Régimen bolivariano de Venezuela, que ha amamantado financieramente a Podemos y del que el partido morado no es sino una excrecencia.

Pero, además, ha quedado claro que en Podemos manda él, Pablo Iglesias, su novia, Irene Montero, y un pelín Pablo Echenique, para darle al partido el necesario tono de imagen progresista que, hasta si consiguen la dictadura del proletariado, seguirán necesitando.

La verdad es que todo indica que Sánchez no está consiguiendo que Podemos se centre sino que el PSOE se descentre y radicalice… aún más.

Sánchez e Iglesias son dos personajes muy distintos pero coincidentes en algo: en su cristofobia

Si no, contemplen la evolución de Irene Montero y su reforma del Código Penal, una barbaridad que consagra el sexo ante notario. Es decir, si en una relación sexual la mujer, que no el hombre, no consiente, expresamente -el famoso ‘sí es sí’- es una violación. Dejo a su imaginación cómo puede ser utilizada esta norma por cualquier desaprensiva.

Pero lo más terrible de todo es que Pablo Iglesias y señora han convertido un movimiento revolucionario en salario, privilegios y poder para ellos dos, le han tomado el pelo a todos los impecunes que protestaban por la miseria creada por la crisis de 2007 (podemos es un producto de la crisis económica de primeros de siglo) y en nombre de la democracia han creado un partido dictatorial, de corte soviético, comandado por un hombre y su novia… ¡y nadie dice nada! No olviden que la desvergüenza es el primer paso hacia la tiranía.

Y la pregunta es cómo es posible que socialistas y comunistas se mantengan firmes y unidos la respuesta es sencilla. Hay algo que une a dos personajes tan distintos como Pedro Sánchez y Pablo Iglesias: su odio cristofobia, su odio a Cristo. En eso, son almas gemelas.