Durante la rueda de prensa tras el Consejo de ministros del martes 17, la vicepresidenta económica del Gobierno Sánchez, Nadia Calviño, fue preguntado por las negociaciones para una fusión entre BBVA y Sabadell, donde están en juego, en España, 40.000 empleos. Pues bien doña Nadia aseguró que ella nunca opinaba sobre empresas cotizadas -sí, sí que opina- aunque parecía que BCE y BdE estaban promocionando fusiones.

Y esto, tan sólo pocas horas antes de que el BBVA perdiera capital en bolsa, un día después de su jornada gloriosa del lunes. El BBVA terminó la jornada del martes con un 4,51% a la baja.

Pero no nos engañemos. Esta fusión aún no está cerrada, al menos por el momento. Las negociaciones BBVA-Sabadell se han tensado. Primero porque este matrimonio no gusta en Moncloa… y Josep Oliu y Jaime Guardiola lo saben, y no están dispuestos, aunque sean los absorbidos, a dejar sus cargos en manos de los directivos de BBVA.

El problema es que el pez grande se come al chico pero el que más necesita la fusión es el grande. No sólo por el sumario Villarejo, que también, sino, sobre todo, también para huir del Santander. Y esa sí es la opción tanto de Luis de Guindos, del BCE, como del Gobierno y de Nadia Calviño.

La verdad es que la fusión no tiene sentido industrial alguno, pero eso, ¿a quién le importa?

La verdad es que la fusión entre BBVA y Sabadell no tiene sentido industrial alguno. Sobran gente y oficinas, especialmente en Cataluña, pero eso, ¿a quién le importa?

Además, aunque lleguen a un acuerdo, y siempre con la sombra Villarejo detrás de Carlos Torres, ¿qué pasa con la cuestión Kutxabank? Sí, porque el PNV vende caro sus votos, y el precio del PNV es disponer de un consejero, a lo mejor dos, en el Consejo  de “nuestro banco” ese que dicen les robó Rodrigo Rato.

¿Qué pasa con la cuestión Kutxabank?

En cualquier caso, lo que más teme Carlos Torres es que le echen en cama al Santander,… que esta sí es la opción de Guindos y Calviño.