Armenia está entre los islamistas de Azerbaiyán y la Turquía del fundamentalista islámico Erdogán. Para más inri, el pueblo armenio es mayoritariamente cristiano, una circunstancia que, lejos de ser accesoria, es la clave para entender los ataques de los musulmanes a sus vecinos armenios

El último, el bombardeo de la iglesia -considerada una catedral histórica- de Ghazanchetsots, en la ciudad de Shusha, que ya fue destruida durante la guerra en los años 90.

“Las fuerzas armadas de Azerbaiyán bombardearon la iglesia armenia de Ghazanshetsots (del Cristo Salvador) en la ciudad de Shusha”, señaló el jueves el Gobierno armenio en un mensaje en Facebook. “Durante la noche la situación fue tensa pero estable. La situación táctico-operativa no sufrió cambios significativos”, afirmó.

Los ataques islámicos de Azerbaiyán se han intensificado desde finales del mes de septiembre y han causado más de 4.000 muertos, según las autoridades locales.

Mientras tanto, Europa calla. El único que ha levantado la voz, hasta el momento, ha sido Putin. El presidente ruso, a quien sí le preocupa la situación de los cristianos, ha solicitado el cese de los ataques. “Si este conflicto (que lleva 30 años) no puede resolverse definitivamente, puesto que estamos lejos de ello, al menos llamamos, insisto, a un cese el fuego. Y debe concretarse lo más rápido posible”, afirmó durante una entrevista en la televisión pública Rossiya.