Ocurrió durante una entrevista con Julio Anguita, el entonces líder del comunismo español, en concreto de Izquierda Unida, ese invento del Partido Comunista de España (PCE) para evitar el nombre maldito desde la Caída del Muro. El entrevistador le preguntó por el aborto con imágenes reales del infanticidio. Anguita se quedó cortado y luego sentencio que aquello era una barbaridad.

Anguita era un comunista que creía en la justicia social. Es más, era republicano. Y eso significa que creía en algo y que estaba dispuesto a cambiar de creencias si alguien le demostraba la falsedad o injusticia de la misma.

Y si hay algo que fastidie a la izquierda progre es un rojo de verdad. Un hombre que, además, cree en la justicia social. Julio Anguita era un rojo que no había degenerado en progresista, porque ya se sabe que el progresismo es eso: abajo los curas y arriba las faldas.