Franco, que aún sigue en el Valle de los Caídos, fundó el Movimiento Nacional para evitar las peleas intestinas en el bando vencedor de la Guerra Civil, entre carlistas, falangistas, realistas, etc. El movimiento se convirtió en el único partido político legal cuya sede más famosa se domicilió en la calle Alcalá, edificio contiguo a la antigua Checa socialista del actual Círculo de Bellas Artes.

Pues bien, ahora, el Nuevo Orden Mundial (NOM), trata de crear, en era democrática, otro Movimiento Nacional, una especie de partido único en España. La cosa principió con Manuel Valls, masón de logia, con su famosa carta a los tres grandes partidos (PSOE; PP y Ciudadanos) pidiéndoles una fusión contra los independentismos (la masonería siempre ha sido progre y centralista).

El gran beneficiario del Movimiento Nacional es Pedro Sánchez. ¿Y Rivera? sólo si cumple el cordón sanitario

Días atrás Juan Luis Cebrián, ya desbancado de su representación del Club masónico Bilderberg en España, sustituido por Ana Botín, pedía un pacto nacional PSOE-Ciudadanos contra el independentismo y contra el populismo. Es decir, estaba pidiendo un nuevo Movimiento Nacional, que conlleva la consideración de ultras a Vox, Podemos y también al PP. Y eso que Cebrián ya ha perdido la representación institucional en España del masónico y secreto club Bilderberg, a manos de Ana Botín. Pero para entendernos: que ni Vox, ni Podemos, ni el mismísimo PP, son demócratas, son radicales. Lo único que puede existir en España es un líder progre de izquierdas, Pedro Sánchez, y otro líder progre de derechas, Albert Rivera.

El gran objetivo del nuevo Movimiento nacional PSOE-Cs es expulsar al cristianismo de la vida pública española

Eso sí, con su humillación a España, el masoncete Emmanuel Macron ha forzado la máquina y provocado el semi-plante del humillado Albert Rivera. Es una vergüenza que ‘Lolito’ Macron, le diga a un partido español, Ciudadanos, con quién tiene que ir y con quién no tiene que aliarse, como si España fuera un protectorado francés. Y es de vergüenza que sólo Vox haya reaccionado en defensa de su enemigo Ciudadanos, y eso, sospecho, porque se ha visto directamente afectado. Debería haber sido el conjunto de la clase política quien hubiera saltado contra la intromisión francesa en la política interna española, pero no. Les puede el cainismo hispano. Y ahí tienen al servil PSOE aplaudiendo a ‘Lolito’ Macron.

A fin de cuentas, lo que ha prohibido Macron a Ciudadanos es que se apoye en Vox para gobernar.

Sí, el Nuevo Orden Mundial (NOM) no pretende censurar a los neocomunistas de Podemos, pero sí que queden relegados en favor de Pedro Sánchez, el gran beneficiario del nuevo Movimiento Nacional. ¿Y Rivera? Sólo en el caso de que mantenga el cordón sanitario respecto a Vox se le permitirá marginar al PP y hacerse con el voto conservador español.

Pero no se confundan: el gran objetivo del nuevo Movimiento Nacional PSOE-Cs es expulsar al cristianismo de la vida pública española. Cristianismo que en su día representó el Partido Popular -que ahora no tengo clara su identidad- y que ahora representa Vox. Todo lo demás sobra: vuelve el Movimiento Nacional, sólo que, esta vez, progre y forjado desde el exterior.