• El PP, con Rajoy al frente, se vuelca para levantar la imagen del candidato andaluz: desayuno informativo y twitter.
  • Todo para neutralizar la entrevista, a la misma hora, de Susana Díaz en el programa de Ana Rosa.
  • La mención a Zapatero duele en el PSOE y más comparado con la dirigente andaluza: "Mucha broma, sonrisa y grandes frases, pero después nada".
  • Moreno recurre también al susto: "El PSOE abrirá las instituciones a Podemos para mantenerse en el poder".
  • Y Susana Díaz le contesta que no, que no se ve gobernando con Podemos ni con el PP, sino que aspira a hacerlo en solitario.
  • El candidato popular propone menos ideología y más gestión para levantar la economía de la región y reducir su tasa de paro del 34%.

Juan Manuel Romero Bonilla, presidente del PP de Andalucía y candidato en las autonómicas del 22 de marzo (en la imagen junto a Rajoy), ha querido rodearse -o se ha dejado rodear, porque lo necesita- de la presencia de Mariano Rajoy y de numerosos dirigentes de su partido en su puesta de largo para comenzar la carrera electoral (los ministros Montoro, Báñez, Catalá, Alonso o la secretaria general Dolores de Cospedal). Ha sido en el desayuno informativo de Nueva Economía Forum, y paralelamente con mensajes en Twitter 'retransmitiendo' en directo su intervención. Todas las herramientas para neutralizar la presencia de la presidenta y candidata del PSOE, Susana Díaz, que contestaba a la misma hora a las preguntas en el programa de Ana Rosa (Telecinco). Cosas del azar o de la programación. Pero ella, Susana Díaz, es  la 'enemiga' a batir por el PP.

Para Rajoy, Díaz "utiliza Andalucía como trampolín para otro fines alejados del interés de los andaluces" y para Moreno Bonilla, "Díaz es mucho Zapatero, esa sonrisa hueca y esos grandes discursos muy elocuentes que cuando arañabas no había nada". No hay que olvidar, claro está, que para los populares Zapatero es el dirigente que "dejó el país al borde del colapso económico y social". Doble zarpazo como quien dice: si Zapatero nos 'arruino' y la dirigente andaluza "se apoya más en Zapatero", están apañados el PSOE y Pedro Sánchez. Ése y no otro era el mensaje subliminal.

Romero no tiene la presencia ni la imagen del 'viejo lobo' del PP Javier Arenas, que ganó las últimas elecciones pero no pudo gobernar por los pactos del PSOE e Izquierda Unida. Con un resultado "parecido", en torno al 40% de los votos, "hoy obtendría mayoría absoluta", ha dicho. Agarrándose a esa idea, Moreno Bonilla ha querido dejar claro en Madrid que los socialistas hacen lo que sea necesario para no perder el mando en esa comunidad en la que llevan 32 años en el poder. Y lo seguirán haciendo. Pactaron con IU, que, dicen, les ha salido rana y por la misma razón harán todo lo que esté de su mano con Podemos, formación a la que "abrirán las instituciones para seguir gobernando".

Desde el plató de Telecinco, la presidenta andaluza se esforzaba en decir lo contrario: que el modelo de Podemos sigue en Andalucía las posturas del Sindicato Andaluz de Trabajadores y de sus dirigentes, Sánchez Gordillo y Diego Cañamero, que podrían concurrir a las elecciones con la formación de Pablo Iglesias. Ha añadido que sus posiciones están "muy lejos" de las de Podemos y que no se ve gobernando con ellos ni con el PP, sino que aspira a hacerlo en solitario. A su juicio, es significativo, como prueba del desconocimiento que Podemos tiene de la realidad andaluza, que su secretaria general en Sevilla, Begoña Gutiérrez planteara un referéndum sobre la Semana Santa. "No se puede jugar con elementos tan sensible para Andalucía como sus fiestas".

El candidato popular -aquejado por una gripe que no le ha deslucido y ante 700 espectadores en Madrid- ha querido dejar claro que es el momento del PP, que son la alternativa y que "salen a ganar". A su juicio, es más, los socialistas se han equivocado y precipitado con el adelanto electoral y que "pueden llevarse una desagradable sorpresa".

A partir de ahí, pueden imaginar los ataques -previsibles- contra la presidenta y candidata socialista, Susana Díaz, los mismos que ha planteado en su intervención inicial el presidente del Gobierno. Han incidido ambos en que las elecciones se han convocados por razones partidistas porque Díaz no lleva ni un año gobernando y, encima, en un momento en que añadir una elección más -no haciéndola coincidir con las municipales y autonómicas- puede ser una rémora para la recuperación. Rajoy ha añadido la misma razón del 'capricho político' también al presidente catalán, Artur Mas, por convocar elecciones el 27 de septiembre.

Moreno Bonilla ha insistido en que Andalucía ha perdido un año por "puro tacticismo electoral e intereses personales". No ha dicho ninguna cosa bonita de su oponente -y las ha buscado pero sin éxito, ha dicho-. En síntesis, ha denuncia que en Susana Díaz manda la ideología por encima de la gestión y eso ayuda a entender una tasa de paro en la región del 34%, que haya tenido que devolver el 76% de los fondos para políticas activas de empleo (227 millones de euros) o que en 34 años el desempleo no haya estado en esa región por debajo del 12%, sin olvidar los drásticos recortes que ha hecho en sanidad o educación, traducidos en horas de espera en la sanidad pública y la pérdida del empleo de 4.500 profesores interinos.

Y a diferencia de Susana Díaz, Moreno no tiene "más destino que Andalucía, ni más destino que mejorar la vida de los andaluces". El candidato popular ha agrupado en cuatro sus grandes propuestas: reducción de impuestos y agilizar la administración (para aumentar la demanda y atraer inversión), un plan de industrialización, más inversión en formación e investigación y medidas de regeneración política para evitar caso como el de los ERE (aumentar el cuerpo de interventores y una ley de subvenciones). "No es un plan de poder sino de gobierno", ha dicho. Y contra los excesos socialistas, menos consejerías: siete u ocho.

Rafael Esparza

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