Puede que el Gobierno socialista resulte interino, pero Pedro Sánchez actúa como si fuera a estar muchos años, una hipótesis que nadie puede negar a priori. Y el presidente, ‘nos’, es hombre que perdona pero no olvida, así que ha decidido controlar, al menos influir, en el mundo empresarial español. Es tentación habitual en todos los presidentes del Gobierno, que resisten no más de una semana desde que se instalan en Moncloa.

Y así… en febrero vence el mandato como consejero independiente de Telefónica de Javier de Paz. Sí, ha sido renovado pero en calidad de externo, que nadie sabe lo que es. Ojo, como consejero externo podría continuar, pero lo cierto es que como independiente, su mandato vence en febrero y, en ese momento, el presidente, Álvarez Pallete, podría cesarle.

Y también quiere a César Alierta fuera de la Fundación Telefónica

Pedro Sánchez, quien pertenece al club de los que perdonan pero no olvidan, considera a Javier de Paz el coordinador de la ‘célula durmiente’. Es decir, de aquellos barones socialistas y exlíderes del partido que con gusto echarían a ese ‘macaco presuntuoso’ llegado a Moncloa y que ahora no quiere saber nada de sus antiguos apoyos.

De Paz ha convertido su nueva y muy céntrica vivienda madrileña –antes era vecino de su gran amigo Zapatero– en un foro de gran actividad y de acogida para políticos, periodistas y notables varios. Eso no agrada ni a Sánchez ni a Pallete. Y, en cualquier caso, aunque hay quien lo niega, las relaciones entre ZP y Sánchez continúan siendo, como las fincas en Extremadura, manifiestamente mejorables.

Conclusión: Sánchez exige la cabeza de Javier de Paz.

Por su parte, Alierta pretende asaltar Prisa y colocar a Abril-Martorell al frente de Telefónica. Y, de paso, conquistar Prisa

Y también exige la cabeza de César Alierta, por quien siente una especial inquina, de cuando el entonces presidente del poderoso Consejo Empresarial para la Competitividad (CEC) se dedicada a promocionar las SS (Soraya como líder del PP y Susana como líder del PSOE). Lo quiere fuera de la Fundación, Telefónica, polémica del primer día, todo hay que decirlo.

Pero Alierta sigue en sus trece. Por ejemplo, sigue empeñado en controlar el Grupo Prisa, desde su actual plataforma periodística, Henneo (La Información, Heraldo de Aragón, 20 minutos, etc) contra los deseos de la propia Telefónica.

Y, en sus ratos libres, Alierta busca el regreso a Telefónica del que fuera su CEO, y a quien él echara, Fernando Abril Martorell, hoy presidente de Indra. Así que en el actual distrito C, pues ya ven: nadie se aburre.

Eso sí, todo esto tiene un riesgo: cuando un presidente del Gobierno solicita cabezas gestoras y las consigue, pide más. Pero si no las consigue, queda vetado para futuras exigencias e incluso se produce un peligroso efecto ‘boomerang’. Cuidado don Pedro.