• El presidente de Engie, antes GDF Suez, recuerda que ya estuvieron en el accionariado de GNF. Lo que no recuerda es que les echaron.
  • Isidro Fainé está dispuesto a un acuerdo comercial, incluso con intercambio accionarial.
  • Eso sí, Mestrallet no puede evitar ser francés: se permite exigir seguridad jurídica al ministro Soria.
El presidente de Engie (antes GDF Suez), Gérard Mestrallet (en la imagen), ha dejado la puerta abierta a un acuerdo entre la multinacional francesa y Gas Natural Fenosa. Durante un desayuno informativo organizado por Nueva Economía Forum y celebrado este miércoles, el directivo ha recordado que GDF Suez ya tuvo una pequeña participación en la española y que GNF sigue siendo una empresa "amiga" y, al mismo tiempo, "competidora". Además, ha asegurado que conoce a Rafael Villaseca, consejero delegado de GNF, desde hace años y que mantiene una buena relación con él. Lo que no ha recordado Mestrallet es que entraron en el accionariado de GNF por la puerta de atrás, comprando acciones en el mercado, a la chita callando, hasta tener alrededor del 4%, momento en el que exigieron tener representación en el consejo de administración de la compañía, extremo que, evidentemente, se les negó. Las operaciones corporativas no se hacen así, y menos si se trata de una empresa pública como es GDF Suez (ahora Engie), en la que el Estado francés posee el 33,29%. En cualquier caso, Mestrallet quiere crecer en nuestro país. "He tenido un encuentro con el ministro de Industria y le he expresado nuestra ambición de aumentar las inversiones en España", ha señalado. En otras palabras, Engie quiere llegar a un acuerdo con GNF. Y por la otra parte, es decir, Isidro Fainé, también está dispuesto a un acuerdo comercial, incluso con intercambio de acciones, si es preciso, tal y como adelantó Hispanidad. Hay que tener en cuenta, además, que Fainé y Mestrallet mantienen una buena relación entre ellos. Un apunte final. En su conversación con el ministro Soria, el presidente de Engie se ha permitido el lujo de exigirle "un marco regulatorio claro y una regulación estable". Increíble, la cara dura de este francés. ¿Recuerdan la historia de Sacyr con Eiffage? Resumiendo, la empresa española llegó a tener un 33,3% de la empresa gala, sobre la que lanzó una opa, en 2007, para pasar a controlar el 100%. Pero fue imposible por la hostilidad manifiesta del Gobierno francés. Incluso, algún miembro de la Asamblea Nacional remitió una carta a la CNMV francesa para que impidiera la operación. No podían permitir que una empresa española comprara a otra francesa. Y  Sacyr tuvo que marcharse. Todo, como se ve, en el marco de una seguridad jurídica aplastante e incuestionable. Por eso, que ahora venga Mestrallet exigiendo seguridad jurídica… Pablo Ferrer pablo@hispanidad.com