Merlin Properties ha presentado los resultados anuales, que mejoran en su conjunto más de lo esperado por los analistas, debido al aumento en su negocio medular, las rentas por alquiler. El beneficio neto, sin embargo, cae un 22%, a 286,9 millones, por la revalorización menor de los activos y la venta de su participación en Testa.

La socimi aumenta sus ingresos un 5,3%, hasta 509,5 millones, gracias a la elevada tasa de ocupación (93,4%), pero 499,7 de ellos por arrendamiento. Destaca el segmento de oficinas (210,3), seguido de Retail (106), centros comerciales (98,5) y centros logísticos (46,6).

Ahí está la magia de Melin, si a eso datos añadimos que el precio de los alquileres ha subido de media un 6,5% en el segmento de oficinas, un 3,5% en los centros comerciales y un 9,2% en los logísticos.

Merlin mejora el Ebitda un 2,8%, hasta 403,7, y mejora el dividendo al 9%

El Ebitda, sobre esas cifras, aumenta así un 2,8%, hasta 403,7 millones, unos 20 por encima del consenso de mercado, y mejora el margen del 80,8 al 83,6%.

Sobre esas cifras, ha elevado el dividendo, entre el complementario de mayo (30 céntimos) y pagado a cuenta (20) a 0,50 euros, un 9%. En 2019, de 0,52, un 4% más, según el anuncio de la socimi.

El consejero delegado, Ismael Clemente, (en la imagen), consigue consolidar un año más el liderazgo de la socimi, por capitalización, activos, que ha pasado de 12.000 a  12.041 millones y rentabilidad, con un modelo peculiar de gestión, aunque este jueves no brilla en bolsa y sigue lejos del máximo anual que tocó en mayo, 12,95 euros por títulos, y pierde casi un 1% (11,14).