Treinta directivos de Másmóvil, incluido el consejero delegado, Meinrad Spenger, se han repartido 57,2 millones de euros (1,9 millones por cabeza de media) después de colocar el miércoles el 2,4% de Másmóvil que poseían gracias a las stock options que recibieron como remuneración variable.

Y como suele suceder cuando hay una colocación importante -la venta del 2,4% fue acelerada a inversores institucionales, con un descuento del 4%, a 115 euros- la cotización ha comenzado la sesión de este jueves cayendo un 3,5%. Lo que ayer valía 119,8 euros hoy apenas aguanta los 116 euros por título.

No se apuren, porque esta misma mañana la compañía ha remitido un nuevo hecho relevante a la CNMV anunciando que 10 directivos, incluido el comité de dirección, van a comprar acciones por valor de un millón de euros, esto es, alrededor de un 0,04% de la compañía.

Por cierto, Másmóvil ha tenido que enviar dos comunicados este jueves: en el primero hablaba de “un grupo de 10 directivos y/o admiradores de la Sociedad”. Diez minutos después ha enmendado el error con un segundo hecho relevante: en lugar de “admiradores” debería decir “administradores”. ¡En qué estarían pensando!

En cualquier caso, más que del cuarto operador -esa era la aspiración que tenía el presidente de la CNMC, José María Marín Quemada-, deberíamos hablar de una operación financiera capitaneada por el fondo Providence, dirigido en España por el inefable John Hahn. El hombre que surgió del hielo va camino de su tercer pelotazo. No será mañana, pero será. Tiempo al tiempo.

En el entretanto, Másmóvil sigue sumando clientes convergentes -sin televisión- gracias, sobre todo, a la red de Orange. Al cierre de 2017, la teleco llegaba a 10,4 millones de hogares: 2,1 millones con su red propia de fibra y 8,3 millones gracias a la red de Orange, con la que ha ampliado el acuerdo de co-inversión para los próximos años.

Relacionado