Polygon Global Partners, que posee el 1,025% del capital de MásMóvil, según la CNMV, ha puesto el grito en el cielo por la OPA lanzada por Providence, Cinven y KKR sobre la operadora. “En nuestra condición de accionistas de MásMóvil, nos gustaría manifestar nuestra enorme preocupación por los términos en que ha sido planteada”, señala en una carta remitida este miércoles al supervisor bursátil que preside Sebastián Albella.

Para empezar, el precio. El fondo considera que los 22,5 euros por acción son insuficientes, aunque no lo parezca, porque la cotización -y los mercados en general- se vio muy penalizada tras el estallido de la pandemia: en quince días (del 5 al 20 de marzo), los títulos cayeron un 39%, de los 20,16 a los 12,20 euros. Según Polygon, se debió aplicar la Ley del Mercado de Valores y la protección establecida en ella en casos de paralización de la economía.

No sólo eso: el fondo llama la atención sobre los anuncios realizados por la compañía después de la OPA y que, supuestamente, son positivos para la compañía, por lo que también deberían estar incluidos en la valoración de la misma.

Luego están las condiciones que dificultan la presentación de una contraoferta (por ejemplo, que sea superior a 26 euros), lo que perjudica claramente al pequeño accionista que no esté de acuerdo con los 22,5 euros por título.

Otro punto importante en el que no están incluidos los minoritarios: poder reinvertir en la compañía lo obtenido en la OPA, de tal manera que no podrán beneficiarse de la evolución de MásMóvil tras la operación, como sí lo harán la familia Ybarra Careaga, el vicepresidente Josep María Echarri (representante de Inveready) y José Eulalio Poza, vicepresidente y fundador de Ibercom, embrión de MásMóvil.

Y aun con todo, Albella admitió a trámite la operación.