• El juez Ismael Moreno, a petición de la Fiscalía, imputa a Volkswagen Alemania un presunto delito de fraude de las subvenciones y contra el medio ambiente.
  • Según el fiscal, las filiales Volkswagen AG y Seat actúan siguiendo las órdenes de la matriz.
  • El futuro del grupo es poco alentador: sólo en EEUU tendrá que afrontar compensaciones y sanciones por unos 13.200 millones de euros...
  • ... Casi la totalidad de los 16.200 millones provisionados para afrontar los costes del fraude en todo el mundo.
  • Y la Organización Europea de Consumidores ha dicho que exigirá el mismo trato que los usuarios de EEUU.
Las consecuencias del dieselgate están comenzando a aparecer con toda su crudeza, también en España, donde este viernes, el juez de la Audiencia Nacional, Ismael Moreno, a petición de la Fiscalía, ha imputado a Volkswagen Alemania por la presunta manipulación de motores diésel, es decir, por un presunto delito de fraude de las subvenciones y contra el medio ambiente. La imputación va dirigida a la matriz y no a las filiales, ya que, según el fiscal, Volkswagen AG y Seat actuaban siguiendo las directrices que llegaban de Alemania. En este sentido se entienden las declaraciones del representante de Volkswagen-Audi España, Luis Comas, quien aseguró que los motores de los modelos fabricados en nuestro país venían directamente de Alemania. La imputación de la AN se une, pues, a la larga lista de problemas que está generando el dieselgate y que pintan un futuro no muy alentador para el grupo. Sin ir más lejos, sólo en EEUU. tendrá que afrontar compensaciones y sanciones por unos 13.200 millones de euros. Es decir, gran parte de los fondos provisionados hasta el momento por la compañía para hacer frente al escándalo en todo el mundo -unos 16.200 millones de euros-, se quedarán en EEUU. Y ojo, porque todavía no se conoce la repercusión final que tendrá el dieselgate en Europa. De momento y por si acaso, la Organización Europea de Consumidores ha dicho que exigirá el mismo trato que los usuarios norteamericanos. Es lo mínimo. Pablo Ferrer pablo@hispanidad.com