• El líder de Compostela Aberta, marca blanca podemita, retiró las ayudas a las cofradías en 2016.
  • ¿La razón? No quiere "impulsar el mantenimiento de las cofradías", destinando dicho dinero a otras necesidades.
  • Eso sí, facilita la celebración de la Semana Santa… para extraer provecho turístico.
  • Al mismo tiempo continua dando ayudas económicas a entidades islámicas.
  • Es el mismo Martiño que promocionó el pregón blasfemo del Carnaval, donde se llamó "puta" y "feladora" a la Virgen María.
  • Estos son los chicos de Pablo Iglesias.
Martiño Noriega (en la imagen), alcalde de Santiago de Compostela, persiste en el anticlericalismo. El líder de Compostela Aberta, una de las muchas marcas blancas podemitas que hay en España, retiró las ayudas a las cofradías en 2016. Así, confirmó oficialmente algo que en sus primero meses con el bastón de mando compostelano ya había manifestado que haría. ¿La razón? No quería "impulsar el mantenimiento de las cofradías", destinando dichos fondos "a otras necesidades de la localidad". Y eso que estamos hablando de cifras pequeñas: en concreto, en 2015, la Junta de Cofradías recibió 3.800 euros y la Cofradía de la Veracruz, 2.500 euros, según reveló ABC. Cuantías "mucho menores" a las que se llevaron las cofradías de Ferrol, como reconoció el propio Noriega, a la que su homólogo, Jorge Suárez, dio 35.000 euros. Y encima, ante las críticas de sus vecinos, el alcalde de Santiago presumió de que la medida "igual casa un poco con la austeridad que comprometía Jesucristo", como recogió La Gaceta. Algo que tiene poca gracia porque tras cerrar el grifo económico, Noriega subrayó que lo que "le toca al Ayuntamiento" es, dentro del ámbito turístico, "darle difusión y facilitar la celebración" de la Semana Santa. Es decir, dar poco a los católicos y recibir mucho, sacando provecho turístico, al hilo de esto no hay que olvidar el Camino de Santiago: en 2017 se superaron por primera vez los 300.000 peregrinos y eso supone también bastante dinero. Claro que hablamos de anticlericalismo porque Noriega retira las subvenciones a las cofradías pero mantiene las ayudas económicas a entidades islámicas, según refirió NoticiasReligiosas.com. Otra muestra más de lo cainitas que somos en España y de cómo el guerracivilismo sigue presente. Tampoco podemos olvidar que no ayudar a las cofradías no es el único ejemplo de anticlericalismo en Santiago de Compostela. Recuerden el último pregón blasfemo de Carnaval, donde el dramaturgo Carlos Santiago habló de los testículos del Apóstol, llamar "puta" a la Virgen y decir que la Pilarica le practicaba una felación al Santo". Y todo ello con el aplauso de Noriega, quien justificó el contenido "dentro de la sátira y la crítica y los límites al humor", olvidando que se trató de una ofensa a los sentimientos religiosos de los católicos. Cristina Martín cristina@hispanidad.com