UBS ganó 3.879 millones de euros después de impuestos en 2019, un 4,7% menos que un año antes. No ha sido un buen ejercicio para la entidad suiza, que ha registrado una cifra de negocio de 26.037 millones de euros, un 4,4% inferior a la de 2018. Y es que el negocio típicamente bancario sufrió de lo lindo: el margen de intereses cayó un 10,8%, hasta 4.057 millones, y las comisiones, un 2,5%, hasta 17.227 millones.

La nota más positiva de la presentación de este martes fue el beneficio del cuarto trimestre, que alcanzó los 651 millones de euros, un 129% más que el obtenido un año antes. Un dato que destacó el consejero delegado, Sergio Ermotti, como es lógico: “Terminamos un año sólido con nuestro mejor trimestre en beneficio ajustado antes de impuestos desde 2010”, afirmó.

Ahora bien, UBS alcanzó ese beneficio, en parte, por la reducción del 4,7% de los gastos operativos, que no superaron los 21.010 millones de euros. Eso está bien, pero no se puede vivir eternamente de reducir los gastos. Hay que conseguir aumentar los ingresos.

La rentabilidad también se vio afectada: fue del 12,4% frente al 15% previsto. Y para el periodo 2020-2021, la rentabilidad estará entre el 12% y el 15%, lejos del 17% previsto para 2021.