El Servicio de Estudios de MAPFRE ha elevado levemente las previsiones de crecimiento de los países desarrollados a corto plazo, entre ellos España, en un contexto en el que la economía se ha visto favorecida por el nuevo giro hacia una política monetaria más laxa por parte de los bancos centrales. Sin embargo, mantiene la prudencia para el largo plazo porque consideran que la economía se adentra de lleno en el cambio de ciclo y, por tanto, el crecimiento venidero será más suave. De ahí que prevé que el crecimiento global se sitúe cerca de su potencial, en el entorno del 3,3% para 2019 y 2020. Es la principal conclusión que se desprende de la actualización trimestral del Informe “Panorama económico y sectorial 2019”, publicado hoy por Fundación MAPFRE.

En el caso de España, se revisan al alza las previsiones de crecimiento para este año, del 2,3% al 2,4%, y en dos décimas las de 2020, del 1,9% al 2,1%. Se espera que la economía española siga creciendo más que la eurozona, aunque advierte de que la expansión fiscal, como el recurso al ahorro y a la renta, encontrarán sus límites en 2020. En este sentido, el Servicio de Estudios señala que el déficit primario actual parece insostenible cuando el gasto público, por ejemplo, ha sido uno de los motores del crecimiento en el primer trimestre del año (2,4%). Es por ello que detectan indicios, como el enfriamiento de las exportaciones, de que la actividad en los siguientes trimestres se ralentizará.

Para la eurozona, el Servicio de Estudios también cree que el segundo trimestre no será tan fuerte como el primero

Para la eurozona, el Servicio de Estudios también cree que el segundo trimestre no será tan fuerte como el primero, cuando el PIB creció el 1,2%. Sin embargo, se mejoran las perspectivas para este año en una décima, hasta el 1,3%, lo mismo que para 2020, hasta el 1,5%, anticipando el efecto positivo de las medidas de estímulo del Banco Central Europeo (BCE), a lo que se suma la buena situación del empleo (7,6% en abril) y el crecimiento de los salarios reales (cerca del 2%).

Entre los principales riesgos globales, el Servicio de Estudios mantiene a la gobernanza de la Eurozona, con las situaciones en Italia, Grecia y Reino Unido en el foco de las mayores vulnerabilidades. A su vez, se destaca en el informe el riesgo derivado de la política económica en Estados Unidos; el ajuste macroeconómico y financiero en China; el elevado nivel de apalancamiento global; y el riesgo asociado a la geopolítica, tras la elevación del tono de la administración Trump, tanto por las imposiciones en materia migratoria en América Latina como por la presión comercial hacia diferentes países de la eurozona o, de forma más enérgica, hacia China con una nueva escalada arancelaria.

Todo en un contexto de desaceleración externa y aumento de la incertidumbre global, como refleja el parón del comercio internacional"

Por su parte, el Panel de Funcas ha subido la previsión de crecimiento del PIB para 2019 una décima, hasta el 2,3%, con cambios en su composición. Los panelistas han rebajado la estimación para las importaciones y las exportaciones. La demanda nacional aportará 2,3 puntos y el sector exterior tendrá una aportación nula, frente al anterior Panel, que apuntaba a una aportación negativa de 0,1.

La previsión para 2020 se mantiene en el 1,9%. El menor crecimiento se deberá al debilitamiento de la aportación de la demanda nacional, tanto por el consumo como por la inversión, y al peor comportamiento del sector exterior, que restará una décima frente a la aportación nula de este año. Todo en un contexto de desaceleración externa y aumento de la incertidumbre global, como refleja el parón del comercio internacional.

En cuanto a la inflación, el fuerte descenso en junio, hasta el 0,4% desde tasas superiores al 1% entre enero y abril, ha llevado a los panelistas a rebajar la estimación para la tasa media anual dos décimas en 2019 y 2020, hasta el 1,1% y 1,3%, respectivamente. Las tasas interanuales de diciembre quedarían en el 1,4% este año y en el 1,3% el próximo.