Manifestación en la madrileña Plaza de Colón, el domingo 10. Organizan PP, Ciudadanos y Vox, las tres derechas.

Pedro Sánchez y RTVE han quedado en ridículo con su pretensión de que PP y Cs son ultraderecha: Nadie se lo va a creer.

De entrada, fue una como convocatoria... pongamos que de medio éxito. Para esta política pequeña, de campanario, a la que nos tienen acostumbrados a los cuatro grandes partidos, puede decirse que Pablo Casado supo aunar a las llamadas tres derechas. En ese sentido, el líder del PP fue el ganador.

Al tiempo, decir que este Gobierno está acabado. Pero me preocupa la derecha que emerge: es una derecha pagana. Ergo, poco española, porque España no se entiende sin la fe.

Es el problema que le veo a la nueva derecha de tres cabezas: que confunde objetivos con principios

De entrada, La manipulación de Moncloa, con el presidente Pedro Sánchez a la cabeza, refrendada por la RTVE de Rosa María Mateo, esa musa oscura de la democracia, resultó patética.

La manipulación consiste en calificar a toda derecha como ultraderecha, técnica aprendida de los cristófobos, para quienes todo católico es un ‘ultracatólico’. A ver, señor Sánchez, ¿de verdad cree usted que alguien se va a tragar que Pablo Casado o Albert Rivera son ultraderechistas?

Los ultras son la izquierda parlamentaria de Podemos, los proetarras de Bildu, los majaderos de Compromís. Es decir, señor Sánchez, los que le llevaron al poder.

¿Fue un éxito de convocatoria? Dejémoslo en medio éxito

Lo que se está forjando en España es una derecha de tres cabezas que, juntas, que suman poder y que, en Andalucía, ya han logrado la Junta.

Así que la estrategia de Pablo Casado con la manifestación de Madrid fue, sin duda, necesaria y la convocatoria de elecciones un objetivo probablemente deseable para él, porque el trío PP-Cs-Vox puede ganar la mayoría absoluta. Y es cierto: cada día hay más gente hastiada de ese avaro de poder, avaro compulsivo, que es Pedro Sánchez.

Ahora bien, ¿quién es el que gana? Pues eso es lo que me preocupa. Mucho me temo que el trío ganador, los tres partidos, constituyen una derecha pagana en toda regla. Una derecha pagana que sí, puede tener, si se deja llevar por la fuerza de las cosas, connotaciones fascistas. ¿Qué es el fascismo? Adorar a la patria. Y yo me siento orgulloso de ser español, pero el culto de adoración se lo reservo a Dios. ¿O es que hemos olvidado que Mussolini era ateo?

Algunos no luchamos por la unidad de España, sino por una España unida en torno a Cristo, porque la unidad de España no se entiende sin principios cristianos. La única España unida que puede existir es la España unidad en torno a Cristo.

Por lo demás, todo correcto: Pedro Sánchez es un desastre con patas que preside un gobierno acabado

Y ahí tenemos a un Albert Rivera jacobino, cristófobo, que, eso sí, adora la unidad de España. Ahí tenemos a un hombre tibio, como Pablo Casado, cuya defensa de la vida consiste en negar la ley de aborto de 2010 para quedarse con la de 1985, que es igual de homicida. Y tampoco me convence Vox para quien el principal valor moral existente es la es la unidad de España. Pues mira no, Abascal: un principio a defender sería, por ejemplo, el derecho la vida, un segundo la familia natural, un tercero la libertad de enseñanza. La unidad de España es un objetivo hermoso, lógico y pertinente, dado que la historia de España no se entiende sin la fe cristiana… pero no es un principio moral.  

Y ojo, de los tres, el de mayor inclinación hacia formas fascistoides no es ni Vox ni PP: es Albert Rivera, con sus obsesión con la unidad de una España vacía de contenido moral.

Eso es lo que me preocupa: que, ante ese desastre con patas llamado Pedro Sánchez -ambicioso, embustero e inútil, ciertamente- nos volvamos hacia la derecha pagana, incompatible, precisamente, con el ser de España.

Con análisis de política menuda y mezquina, lo de ayer fue un medio éxito, sobre todo para Pablo Casado. Cualquier cosa es buena para terminar con el sanchismo. Con análisis de política más señera, más profunda, no me gusta la derecha pagana que se está forjando en España.

Por cierto, José Luis Corcuera, ex ministro del Interior y ex militante del PSOE, acudió a la manifestación. Antes de la misma, anunció su asistencia para defender a España y a la Constitución contra los mamporreros del independentismo catalán.