El grupo DIA no gana para disgustos: ha puesto en marcha un plan estratégico para escapar de su parálisis pero, de momento, con escasos frutos, como se ve en los resultados del primer trimestre, una prolongación de los de 2017. Tiene dos problemas, básicamente, que no terminan de tirar: la fuerte competencia en los precios, sobre todo en España, y el plan de crecimiento con nuevas aperturas, más débil de lo previsto.

Así las cosas, el beneficio desde enero ha caído un 26,7%, hasta 28,6 millones, con una caída de las ventas del 10,4%, hasta 1.877,6 millones, y un descenso del Ebitda del 10,7%, en 109,8 millones. La reacción en bolsa es muy negativa, con una penalización del 9%.

El plan estratégico para acortar distancias con Mercadona y Carrefour no funciona

En ese deterioro ha afectado, bastante, el impacto negativo del tipo de cambio del 9,3%, debido a las fuertes depreciaciones del real brasileño y, sobre todo, del peso argentino (un 31%). También cae el margen sobre Ebitda (del 6% al 5,8%), pero sobre todo en España (del 7,7% al 7,3%).

Las ventas comparables crecen un 0,5% en España, donde tiene en marcha un plan para renovar 480 establecimientos. Es uno de sus puntos débiles para los analistas, frente al optimismo de la empresa en el cumplimiento. Un primer paso negativo, en cualquier caso, antes de la próxima marcha de Ana Llopis de la presidencia, con Ricardo Curras como Ceo, siempre optimista: "Esperamos una tendencia de recuperación en ventas en Iberia para los próximos trimestres al mismo tiempo que progresan nuestros planes de renovación de tiendas".

Sí toma ventaja en las ventas online en España, que aumentan un 48% (18 millones) pero con la que no compensa la competencia de Mercadona y Carrefour, con más cuota de mercado presencial y por encima de DIA.