• Su aportación al grupo aumenta un 70%.
  • Ya tenemos otra 'florentinada' contable: elimina la deuda de Urbaser antes del visto bueno de la CNMC.
  • Más funambulismo financiero: el patrimonio neto recoge una pérdida de 344 millones en lugar de registrarla en la cuenta de resultados.
  • Aun así, ACS gana un 0,7% menos en el tercer trimestre.
  • España y Asia, mal; EEUU, bien.
  • Los resultados no han gustado al mercado y la cotización del grupo cae más de un 3% este martes.
Según la opinión los 'analistas' económicos, las recientes elecciones a la presidencia de los EEUU parece que, en lugar de un acontecimiento político de ámbito universal, haya sido para el nunca bien ponderado Florentino Pérez, el gordo de la lotería nacional. Efectivamente, se abre ante él la posibilidad de un buen número de adjudicaciones de obras que el Sr. Trump piensa poner en marcha en ese país para actualizar las infraestructuras que, según su diario de campaña, no se habían realizado en el mandato del Sr. Obama por haber destinado los fondos necesarios a otros menesteres como una sanidad pública y subvenciones a los inmigrantes. Aunque, evidentemente, todo esto estaría por ver, lo cierto es que la posición del grupo ACS en construcción en el mundo es envidiable, ya que ha pasado del puesto veinte, allá por el año 2009, al puesto primero, mismo ranking que ocupa en adjudicaciones de infraestructuras de transporte. El 'milagro' se empieza a fraguar con la internacionalización de la compañía a raíz de la adquisición de la participación del 72% de la alemana Hochtief, que ha hecho multiplicar de una forma considerable el negocio del grupo. El resultado al cierre del tercer trimestre ha sido de 570 millones de euros (M€), ligeramente inferior (0,7%) al del segundo trimestre, con una aportación de 160M€ de Hochtief, que es un 70,3% superior a la de septiembre de 2015. Y es que el beneficio de la sociedad creció un 48,4% hasta llegar a los 223,3M€, con un auténtico record de contrataciones. Mientras, los negocios en España continúan en dificultades por la falta de licitaciones públicas debidas a la interinidad política, que han hecho descender las ventas un 16,3%. Lo mismo le ha ocurrido en el área asiática, con una caída de la facturación del 23,7%. La otra cara de la moneda es América del Norte, donde las ventas han crecido significativamente un 6,4%, que representa un total de 658M€. Se ha reducido el gasto financiero en 167M€ por los bajos tipos de interés conseguidos en las nuevas renovaciones de financiación. Asimismo, la bajada de la deuda bruta se ha logrado gracias a las ventas forward de la participación en Iberdrola por 95M€ La deuda bruta financiera de la compañía en cifras de balance se ha reducido en 1.585M€, mientras que la deuda neta, reducida en 1.229M€, alcanza los 2.751M. Aquí se ha introducido ya la pimienta de la primera "Florentinada". ACS comunicó a la CNMC la venta de Urbaser, filial de servicio de limpiezas y tratamiento de residuos (entre otros los de Madrid), a Firion Investment, sociedad controlada por un grupo chino, por un importe de entre 1.164 y 1.399M€, que le reportaría una plusvalía de entre 325 y 560M€. En espera de autorización de esta importantísima desinversión, lo clasifica como activos netos interrumpidos, y se quita de golpe los 742M€ de la deuda de Urbaser. Todo un crack de la contabilidad creativa con otro golpe maestro después de la colocación de las termosolares a Saeta Yield. Y otra vez le ha salido bien: la CNMC ha optado por darle luz verde. Esto ya no es ingeniería contable sino funambulismo financiero. A Ángel García Altozano, director general de ACS y hombre de la máxima confianza de Florentino, deberían darle la medalla de oro del Instituto Nacional de Contabilidad. La otra larga cambiada está en el patrimonio neto, que recoge una pérdida de 344M€ que Florentino despacha con una sucinta explicación de ajuste contable por cambio de valor en patrimonio. Esta partida en la cuenta de resultados habría cambiado la cifra de los 570M€ de resultado neto y los titulares de la prensa salmón habrían sido muy diferentes. En cualquier caso, los resultados no han gustado al mercado y la cotización de ACS es una de las más castigadas del Ibex en la mañana de este martes, con una caída superior al 3%. Parece muy claro por dónde va a ir la estrategia de la compañía. Si resulta que son reales las promesas electorales del nuevo presidente de EEUU, ACS se encuentra posicionada en un lugar privilegiado para poder multiplicar las adjudicaciones de obras en Norte América y poder salvar los muebles de los negocios domésticos, pero de momento todo son, como dicen los catalanes, "fer volar coloms" (hacer volar palomas). Rodrigo de Silos rodrigode@hispanidad.com