Parece que el satanismo está en auge y eso es peligroso. Recuerden que ya se vio su relación con Unicef, a pesar de que esta organización ONU se dedica a la infancia, y ahora toca hablar del lanzamiento de la Jornada Luciferiana de la Juventud (JLJ), con la que quieren contrarrestar la XXXIV Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) que se celebrará en la Ciudad de Panamá el próximo enero y que presidirá el Papa Francisco.

Este evento satánico se ha anunciado hace unas semanas por las redes sociales bajo el lema “Todos tenemos nuestros demonios…” y se celebrará entre el 21 y el 27 de enero de 2019 (la JMJ será del día 23 al 28). Pero el anuncio se ha hecho sin dar detalles de las reuniones y los lugares, que se revelarán con poco tiempo de antelación (“los detalles se darán a conocer cuando sea necesario”, se señala en Instagram), lo que sugiere un carácter semiclandestino y oculto de la organización y del evento en sí.

Los satánicos celebrarán "ritos, misas negras, conciertos, bautizos, peregrinaciones", de forma paralela a la JMJ 

Entre otras actividades, la JLJ incluirá “ritos, misas negras, conciertos, bautizos, peregrinaciones, etc.”. En Instagram, se define como una iniciativa independiente con la intención de fomentar el debate y la discusión alternativa y se justifica que los detalles se conocerán con poco tiempo de antelación porque “no es para nadie un secreto que en Panamá pensar distinto no está bien visto”.

El portal panameño Día a día recoge que la organización de la JLJ tiene varios artículos sobre lo que trata el satanismo y que según esta última, no tiene nada que ver con matar animales ni hacer sacrificios, “se trata más bien de ser humano, de preocuparnos por ser lo mejor posible en la tierra, en el presente, sin pensar en un falso paraíso después de morir”. Los organizadores de la JLJ defienden a Lucifer: “creado y despreciado después por Dios, no es más que alguien que se levantó a cuestionar el autoritarismo celestial y que a partir de entonces se convirtió en un chivo expiatorio para la Iglesia”.

Al hilo de este tema de la JLJ, también se ha destacado un texto de la poeta panameña Corina Rueda que se titula ‘Redimir a Lucifer’. Y, entre otras cosas, señala que “tradicionalmente, se ha entendido a Lucifer como un ser terrible que se encarga de tentar a los humanos para luego castigarlos eternamente en las llamas del infierno, pero he aquí donde surgen miles de contradicciones: y es que Lucifer, antes de ser conocido como el Señor del Inframundo, fue un ángel, un hijo de Dios y, de todos, su hijo más querido”. En opinión de esta poeta, “Lucifer en realidad no fue castigado por ser malo, sino por no estar de acuerdo ante una figura que para él representaba el fascismo, es decir, no quería ser estandarizado y obligado a hacer todo lo que en teoría fue llamado a hacer y cuestionó la autoridad creadora de Dios porque existir también significa libertad”. Claro que esta poeta parece no tener en cuenta que la libertad es un don de Dios, pues Él nos ha creado libres.

La poeta panameña habla de Lucifer, como "un ángel, un hijo de Dios y, de todos, su hijo más querido" que se rebeló contra la autoridad de Dios por la libertad

El portal Día a día añade que la organización luciferiana ha cuestionado cómo en las últimas décadas se han ocultado miles de casos de pederastia en la Iglesia católica y se han dejado pasar como si nada. Algo que se puede ver en el Twitter de la JLJ, donde escriben: “Recuerden el abuso a niños y miren los rostros de estos culpables que han mantenido siempre el estatus quo para seguir manejando el poder y lograr salirse con la suya. De esto hablaremos en el taller 'Cristianismo y sus grupos criminales: ¿hasta dónde el Estado es cómplice?'”. Y van a más en la provocación: lo acompañan de una foto del Papa Francisco con un niño y el lema ‘Con mis hijos no te metas’, imitando al usado en Perú contra las políticas públicas de implantación de la ideología de género en la educación y en otras áreas.

Resumiendo: en el mejor de los casos estamos ante majaderos peligrosos. Pero podrían ser algo más, satánicos de pies a cabeza, porque alguno de sus argumentos, ciertamente aberrantes, parten de un cierto conocimiento bíblico. Y lo que es seguro es su planteamiento blasfemo.