El presidente francés, Emmanuel Macron, hace gala de su intervencionismo, pese a ser socialista y exbanquero de inversión, y se deja ver en todo lo que está sucediendo en Renault, donde el Estado es dueño de sólo el 15%. La última muestra: no recibir al presidente de dicha compañía, Jean-Dominique Senard, según Reuters, tras cargarse la fusión con Fiat Chrysler (FCA).  

Esto, como es lógico, no ha gustado nada a Senard, que sí se reunirá con el ministro de Finanzas francés, Bruno Le Maire. Claro que este último no ha perdido la ocasión de no ponerle una alfombra roja como recibimiento: le ha recordado que la fusión con Fiat Chrysler sigue siendo una “oportunidad interesante”, pero le recordará que la prioridad es el fortalecimiento de la alianza con Nissan.

Senard sigue "afligido" tras frustrarse la fusión con Fiat Chrysler, pero afloja la tensión con Nissan: si dan un puesto a Thierry Bolloré, aprobarán los cambios corporativos 

El pasado miércoles, Senard dijo a los accionistas de Renault que seguía “afligido” porque se había evitado una votación de la junta sobre la fusión de FCA: recuerden que decidió el Consejo del pasado día 5, donde Nissan (dueño de un 15%) se abstuvo y Le Maire pidió más tiempo para decidir; y un día después, FCA retiró su oferta. “No sé lo que deparará el futuro, pero la propuesta sigue siendo excepcional”, ha añadido, pues la fusionada sería la tercera fabricante de automóviles, tras Volkswagen y Toyota.

Paralelamente, la atención se dirigen a Japón, porque Nissan celebrará su Junta de Accionistas el próximo 25 y el prólogo no es el mejor de todos. Renault es propietario del 43,4% de la firma nipona y ha anunciado que no apoyará cambios corporativos, aunque esto podría variar si a su CEO, Thierry Bolloré, le dan algún puesto. El voto del fabricante francés no es baladí, sino imprescindible para sacar los cambios adelante. Claro que Renault sí deberá apoyar la renovación del CEO de Nissan, Hiroto Saikawa, en virtud de una enmienda de 2015 a los pactos de la alianza.