Parece que el lujo no nota el coronavirus, como ya vimos en los resultados de Louis Vuitton. Y es que la firma de moda de lujo francesa Kering ha desplomado su beneficio neto recurrente un 38,6% en 2020, hasta 1.972,2 millones de euros, algo que ha castigado la bolsa (la cotización cae más de un 7%), pero ha decidido proponer a la Junta de Accionistas que apruebe un dividendo de 8 euros por acción, el mismo que dio en el ejercicio anterior.

La firma fundada por el empresario y millonario François Pinault es dueña de marcas como Yves Saint Laurent, Gucci, Balenciaga y Bottega Veneta, entre otras. El beneficio neto atribuible al grupo se ha situado en 2.150,4 millones (-6,9%), mientras que los ingresos han caído un 17,5%, hasta 13.100,2 millones por las restricciones que ha sufrido el comercio minorista.

Por marcas, Gucci ha sido la que más ingresos ha aportado: 7.440,6 millones (-22,7%), gracias a la menor caída del segundo semestre (-5,9%) y al buen resultado de China, y sus ventas online se han disparado un 70%. Le sigue Yves Saint Laurent, con 1.744,4 millones (-14,9%), y un alza del 80% en las ventas electrónicas. Mientras que Bottega Veneta ha logrado aumentar su facturación un 3,7%, a 1.210,3 millones, y la del resto de las marcas ha bajado un 10%, a 2.281,3 millones.

“Logramos una buena recuperación en la segunda mitad del año, protegimos nuestros márgenes al tiempo que seguíamos invirtiendo en nuestras marcas y plataformas de crecimiento”, ha señalado el presidente y CEO de la firma, François-Henri Pinault, hijo del fundador. “Nuestra generación de flujo de caja siguió siendo elevada y fortalecimos aún más la estructura financiera del grupo”, ha añadido.