En el primer Consejo de Ministros posvacacional y la reunión del Gobierno en Quintos de Mora (Toledo) se han abordado algunos desafíos que tiene España, pero ya se sabe que la prioridad, es decir, lo urgente, es exhumar a Franco… Lo demás puede esperar, a pesar de que entre estos desafíos están los Presupuestos de 2019, que pueden aprobarse, pero es peligroso que lo hagan.

Lo explicamos. En primer lugar, porque el Gobierno está empeñado en sacarlos adelante al precio que sea, lo que supone hacer cesiones a comunistas y nacionalistas… Y en segundo lugar, hay consenso en los mercados entre los analistas contra la política económica del presidente Sánchez por sus posibles consecuencias en el déficit, la prima de riesgo y los CDS (por sus siglas en inglés, Credit Default Swaps; son seguros que cubren el riesgo de un instrumento de crédito, según la calidad de éste).

Bruselas seguirá vigilando a España hasta que el déficit sea inferior al 3% y, por tanto, abandone el procedimiento de déficit excesivo 

Respecto al déficit, preocupa la posición de Bruselas que, a pesar de haber renegociado los objetivos para este año y el próximo (haciéndolos más flexibles), seguirá vigilando a España hasta que logre dejarlo por debajo del 3%, saliendo así del procedimiento de déficit excesivo. Menos mal que el Gobierno PSOE no ha cedido al deseo de Podemos, que quería que volviera a renegociar los compromisos para poder gastar y endeudarse aún más. Eso sí, deberá hacer ajustes de consolidación fiscal, si no quiere que Bruselas le tire de las orejas… e incluso le retire fondos.

Los temas de la prima de riesgo y de los CDS preocupan, sobre todo, a la ministra de Economía y Empresa, Nadia Calviño. Ambos podrían aumentar considerablemente, reflejando que el mercado, o sea los inversores, no se fían de España. Y todo esto mermaría considerablemente su prestigio, pues llegó a La Moncloa con la carta de presentación de haber sido responsable del Presupuesto de la Unión Europea.

Podríamos estar ante el desprestigio de las ministras Calviño y Montero, las dos caras de la política económica de Sánchez

Asimismo, está el desastre de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, que intenta sacar adelante una subida de impuestos encubierta. Aunque ahora su jefe no tiene prisa en aplicar los nuevos impuestos (los de la banca, las tecnológicas -‘tasa Google’- o la equiparación del tributo al diésel con el de la gasolina) y también quiere reformar el Impuesto de Sociedades.

Y a todo esto se une el hecho de que el Gobierno aún no ha aprobado la senda de estabilidad presupuestaria. Todo parece indicar que lo hará después de que salga adelante la proposición de ley para quitar el veto al Senado (algo bastante grave y más propio de dictaduras) presentada por PSOE, Podemos, ERC y Compromís. De hecho, la vicepresidenta, Carmen Calvo, ha reconocido que irán con los plazos “muy ajustados”, aunque hablarán con todos en el tema de los Presupuestos. Y es que el borrador de los mismos debe presentarse a Bruselas el próximo 15 de octubre.