• El ejército turco bombardea al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), con la connivencia de la OTAN, con la excusa de combatir al Estado Islámico (EI).
  • Es la razón que ha llevado a las milicias kurdas a sentar las bases de un acuerdo para cooperar junto a Al Asad en la lucha con los yihadistas.
  • Rusia avanza en la misma dirección, y hace un llamamiento a la coalición internacional para que coordine su acción militar con el Ejército sirio.
  • EEUU, mientras, continúa empecinado en entrenar a los rebeldes sirios, que ya casi ni existen. De los 3.000 que aspiraba a reunir, lleva 60.
Turquía convocó la semana pasada a los países de la OTAN para contarles sus buenas intenciones: se suman por fin a la lucha global contra el Estado Islámico (EI). El Gobierno de Ankara aprovechó la ocasión para anunciar que reanudarían sus ataques contra el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK). Esta decisión, recordémoslo, fue tomada después de acordar con Estados Unidos una franja de seguridad con Siria, que en la práctica es una ratonera para aislar a los kurdos. Es decir: Turquía lo ha dejado todo bien atado para masacrar al pueblo kurdo, con la connivencia de la OTAN. Los kurdos, que no tienen un pelo de tontos, empiezan a reaccionar. Un oficial de las YPG (denominación de los combatientes kurdos en Siria), ha confirmado que están sentándose las bases de un acuerdo con el Gobierno de Bashar al-Asad para coordinar una acción militar conjunta contra el EI. Eso sí, el requisito es que el régimen sirio se comprometa a buscar una solución democrática, según recoge la cadena qatarí Al Jazeera. El Gobierno de Moscú, aliado de Damasco, apuntó ayer en la misma dirección. El ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, aprovechó su visita oficial a Qatar para pedir a la coalición internacional que incluya en su frente antiyihadista a las tropas gubernamentales de Irak y Siria. Lavrov argumentó que los bombardeos aéreos "no son suficientes" para erradicar el terrorismo en Oriente Medio, en referencia al EI y al Frente al Nusra (la filial siria de Al Qaeda). El Gobierno de Estados Unidos, por su parte, continúa empeñado en entrenar, lanzar al campo de batalla y defender de sus enemigos a los rebeldes moderados sirios. Y esto a pesar de las dificultades que está encontrando la CIA para no incluir radicales en sus filas. De los 3.000 que aspiraban a reunir, llevan 60. Daniel Esparza daniel@hispanidad.com