• Se trata de un 'programa puente' de seis meses -entre el 1 de marzo y el 31 de agosto- que proporcionaría más tiempo para negociar una solución definitiva al problema de la deuda griega.
  • El presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, ya ha avisado que el Eurogrupo no va a aceptar sin más todas las exigencias de Atenas.
  • Y Rusia mete el dedo en el ojo a la UE al ofrecerse a prestar ayuda financiera a Grecia si lo solicita.
  • La OCDE acuerda con Tsipras crear una comisión para las reformas en Grecia
Los ministros de Economía y Finanzas de la eurozona se reúnen este miércoles para tratar de acercar posturas con Grecia sobre el futuro del rescate y la deuda griega, aunque las perspectivas de un acuerdo son "bajas" por las grandes diferencias entre ambas partes.

Recordemos que el nuevo Gobierno heleno de Syriza quiere poner fin a la austeridad impuesta desde Europa y aligerar su deuda, mientras que sus socios del euro le exigen respetar los compromisos aceptados por los Ejecutivos helenos anteriores.

Lo que sí se le puede reconocer al nuevo Gobierno heleno es que le está echando imaginación al problema. Porque si antes propuso 'ingeniería de deuda inteligente', ahora el nuevo ministro de Finanzas griego, el exótico Yanis Varoufakis (en la imagen), presentará un "programa puente" de seis meses -entre el 1 de marzo y el 31 de agosto- que proporcione el tiempo necesario para que ambas partes negocien una solución definitiva al problema de la deuda griega.

Ese "programa puente" consistiría en una nueva prórroga del actual rescate; y, a cambio, el nuevo Gobierno griego se compromete a la lucha firme contra la corrupción y contra la evasión fiscal.

En concreto, el nuevo Gobierno griego rechaza el 30% de las medidas contenidas en el memorándum de entendimiento del rescate, ya que las considera incompatibles con el objetivo prioritario de Syriza: poner fin a la crisis humanitaria que viven los ciudadanos.

El nuevo ejecutivo heleno reclama relajar el objetivo marcado de superávit primario (el que se registra antes de pagar los intereses de la deuda) y situarlo en un 1,5% del PIB, en lugar de la horquilla del 3% al 4,5% vigente. La propuesta se completaría con un canje de los bonos soberanos que poseen el BCE y los países del euro, que permitiera aliviar el peso de la deuda griega alargando los plazos de pago y ligando las devoluciones al grado de crecimiento económico de Grecia. Es decir, la susodicha ingeniería de deuda inteligente...

En cuanto a la financiación, el plan de Atenas reclama que se autorice a Grecia a aumentar hasta un máximo de 8.000 millones de euros adicionales el límite de emisiones de letras del Tesoro, actualmente fijado en 15.000 millones.

Además, Varoufakis pide al BCE que entregue a Atenas de inmediato los 1.900 millones de euros que ha cobrado desde 2010 por intereses de la deuda griega que posee, un pago al que el banco central se comprometió en 2012.

Atenas no descarta utilizar los 7.000 millones de euros en préstamos del actual rescate que aún están pendientes de recibir (los 1.900 millones del BCE, 1.800 millones de la UE y el resto del Fondo Monetario Internacional) e, incluso, una reserva de 10.000 millones de la ayuda a la banca griega que no se ha utilizado.

Eso sí, los griegos no lo van a tener fácil, porque el presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, ya ha avisado que el Eurogrupo no va a aceptar sin más todas las exigencias de Atenas.

A todo esto, el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, ha afirmado este miércoles que Moscú estudiará conceder ayuda financiara a Grecia si el Gobierno heleno la solicita. "Si se producen peticiones por parte del Gobierno griego, desde luego, serán estudiadas, como dijo nuestro ministro de Finanzas", dijo Lavrov en una rueda de prensa conjunta con el ministro de Exteriores griego, Nikos Kotziás, al término de sus conversaciones. Una manera como otra cualquiera de meter el dedo en el ojo a la UE, después de las sanciones que han sufrido los rusos por meterse militarmente en Ucrania...

Otrosí: el primer ministro griego, Alexis Tsipras, y el secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Ángel Gurria, han acordado crear una comisión que preparará un plan para desarrollar las reformas en el sistema fiscal y social. Aunque Gurría afirmó que el papel de su organismo es meramente asesor, pues los «griegos saben mejor que nosotros lo que tienen que hacer», recoge ABC.

Andrés Velázquez
andres@hispanidad.com