• Es el programa oculto que el próximo Gobierno, sí o sí, tendrá que implementar, pero todos lo niegan.
  • Conociéndole, Rajoy esquivará el bulto en ambas cuestiones.
  • Además, ahora sólo le importa la investidura. Menos, en contra de lo que se dice, que el programa.
  • Y pintar algo en Europa: Guindos se juega su carrera política en Bruselas: España crece al doble de la media europea.
Sin encomendarse a la autoridad, o sea, a Rajoy, la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría se ha puesto ante los micrófonos para asegurar que Rajoy tenía un programa sobre el que pactar con otros grupos políticos. Su ligero afán de protagonismo le ha vuelto a perder. Que no, vice, que Mariano Rajoy ofrece principios, pero no un programa de gobierno. Eso ha hecho con Albert Rivera quien, al final, tendrá que ceder y abstenerse en la sesión de investidura, aunque no entrará en el Gobierno… por ahora. Entre otra cosas, Rajoy no puede hablar sobre programa porque tiene un programa obligado desde Bruselas. Luis de Guindos se ha jugado su carrera política -a la que ha vuelto y aspira a la Vicepresidencia económica- intentando evitar una multa por parte de Bruselas por incumplimiento del déficit excesivo. Ahora bien, haya o no haya multa, lo que está claro es que el programa obligado del próximo Gobierno va a consistir, sí o sí, en reducir prestaciones (gasto público) y en reducir todos los impuestos laborales para crear empleo en un escenario de tipo anglosajón: despido libre, impuestos bajos, salarios bajos más elevados. Es el programa oculto que nadie quiere exponer y que todos niegan, desde Podemos hasta el propio PP, pero es el programa que se pondrá en marcha. Y ¿si hay moción de censura al día siguiente? Rajoy considera que puede hacer cesiones y que… eso tampoco lo aceptaría el pueblo español, un poco cansado de politiquerías. Eulogio López eulogio@hispanidad.com