• Libia declara causas de fuerza mayor en once campos petroleros del país tras los últimos ataques.
  • El país sufre una guerra civil y su infraestructura petrolera se ha convertido cada vez más en el centro de su lucha.
  • Varias milicias islamistas se hicieron el martes con el control de las refinerías de petróleo ubicadas en Bahi y Mabruk. 

En Hispanidad insistimos en que la política exterior de EEUU -o sea, de Obama y anteriores- ha conseguido cargarse -o está en ello- el orden en los únicos países de mayoría musulmana donde se respetaba la libertad religiosa y de culto: Siria (con Bashar Al Assad), Libia (con Gadafi) y casi lo logra en Egipto (con el derrocamiento de Hosni Mubarak). En todos estos países había dictadores, pero al menos se respetaba el culto cristiano.

Además, la fallida intervención occidental, y sobre todo estadounidense, ha propiciado el caos en Irak, con el auge del Estado Islámico, al igual que en Siria y también en Libia. Se trata de la 'primavera islámica', que ha originado la aparición del yihadismo del Estado Islámico, a mediados de 2014 en Mosul (Irak) y el consiguiente éxodo de decenas de miles de cristianos y yazadíes.

En ese contexto, Libia sufre la peor crisis desde la caída y ejecución de Muamar Gadafi, el 20 de octubre de 2011. Con dos gobiernos y dos parlamentos -solamente unos oficiales, los de Tobruk- y continuos combates en el este por fuerzas yihadistas. Y su infraestructura petrolera se ha convertido cada vez más en el centro de su lucha, cerrando dos grandes terminales de exportación y reduciendo las exportaciones de crudo del estado miembro de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).

Lo último es que Libia ha declarado este miércoles causas de fuerza mayor en once campos petroleros del país a consecuencia de los últimos ataques contra sus infraestructuras, según ha informado la Corporación Nacional del Petróleo a través de un comunicado.

"En caso de que la situación de seguridad siga deteriorándose, la organización tendrá que cerrar todos los campos y puertos, lo que provocaría una caída de los ingresos para el Estado y afectaría directamente a la vida de la población", ha indicado en el mismo.

Así, ha alertado del riesgo de que se produzcan "cortes energéticos a causa de la detención del envío de gas y combustible", al tiempo que ha expresado su total rechazo a "los actos de robo, vandalismo y destrucción" en sus instalaciones.

Al declarar causas de fuerza mayor, la empresa puede evitar el pago de los daños, ya que no está en su mano poder evitarlos. De esta forma, la corporación podría quedar liberada de sus obligaciones contractuales.

Varias milicias islamistas se hicieron el martes con el control de las refinerías de petróleo ubicadas en Bahi y Mabruk, después de que los guardias encargados de protegerlas tuvieran que replegarse.

Las dos refinerías quedaron completamente vacías tras la evacuación del personal. Mabruk ya fue atacada el pasado mes de febrero por grupos afines al Estado Islámico en un incidente que se saldó con 12 muertos.

Andrés Velázquez
andres@hispanidad.com